Léxico

PLATERÍA

LA PLATERÍA EN IPARRALDE. Se centró principalmente en la Cofradía de Bayona que agrupó, al parecer, durante largos siglos a los cambistas, orfebres y plateros.

Los reglamentos de estas profesiones, cuyos componentes recibían también el nombre de "manipuladores de la plata", fueron elaborados, sobre todo, durante el período en que fue alcalde Peis Arnaud de Viele. Entre otras cosas se estableció, por ejemplo, que para tener un establecimiento de cambio era preciso entregar una fianza de 1.000 libras, pues desde la puerta de Castets hasta la última escalera del Pont Mayou en un radio de diez casas alrededor de un establecimiento de cambio, no se podía realizar ninguna operación de cambio sin el concurso de un cambista, bajo pena de una multa de 100 sols morláas en beneficio de la ciudad. Se prohibió también a los orfebres joyeros -dauredors-, comprar piezas importantes de oro o plata, tales como cubiertos, tazas, copas, fuentes, etc., anillos o piedras finas, si no es en presencia de testigos; cada obra debe llevar grabada la marca del autor y la del "señor" a menos que la pieza trabajada sea de unas dimensiones demasiado pequeñas. Les estaba prohibido igualmente trabajar por la noche y sólo podían fundir los lingotes de San Miguel a la Cuaresma siguiente. Esta última regla fue jurada por todos los "plateros y doradores" que prometieron observarla bajo multa de 100 sols morláas y expulsión del oficio.

Hasta el s. XV no encontramos nada digno de ser señalado sobre la corporación de los plateros y orfebres. En 1426 fue elegido alcalde Boniface de Laduys y como el trabajo de las piezas de plata fabricadas en Bayona había suscitado numerosas quejas, hizo que se tomase una decisión el 25 de agosto: "que todas las piezas serían fabricadas con una ley de once dineros para las tazas, copas y jarras, y que se llamaría al alcalde para comprobar la obra; que cada platero pondría su marca para poder ser reconocido. Los cinturones, cucharas y otras piezas menudas deberían realizarse con ley de diez dineros de metal fino; las cucharas, las franjas de los cinturones y las hebillas de cuero deberán estar marcadas. Se establecería como patrón una ruedecilla de once dineros y dicha rueda será marcada por todos los plateros y quedará depositada en la copa del oficio, cuyos delegados actuales, Vidau Cortes y Berthalon de le Begorre, guardarán bajo llave el uno la copa y el otro la llave-. Cada platero deberá entregar una garantía de 50 sols morláas", etc. Libro de establecimientos p. 393. Vamos a ver una lista de los principales plateros bayoneses de esta época, con los burgueses que les servían de garantía:

PlaterosGarantías
Vidau-CostesJacmot de Lesbay
Hélier de Mans y Iohanoyes, son filsGuilhem de Brux
Guilhem Amaud d'EsperbentArnauton de Salies
Johannes DermMatrin du Pin
Franc de MayeJohan de Saint-Martin
Bertalot de le BegorreSauveur Despelette


A principios del s. XVI, debió de haber una especie de licencia para los miembros de las corporaciones de artes y oficios, pues se puede ver que un cierto número de ellas habían dejado las calles que les habían alojado durante la Edad Media. Es el caso de los plateros y orfebres, y aunque la mayor parte de ellos seguían teniendo su obrador -taller- en la calle Platería, había otros que se instalaron en los barrios de alrededor, sobre todo en la plaza pública. Un inventario realizado con motivo de un fallecimiento y que ha sido ya publicado, con la fecha de 1521, nos ofrece algunos detalles sobre los objetos que constituían la base de este comercio. Encontramos, en primer lugar, un gran número de monedas de oro y plata, con diversas efigies, entre las que podemos citar piezas de Castilla, de Portugal, nobles con la rosa, florines de oro, ducados, escudos, y testones, etc... Hay bastantes joyas y en medio de una gran cantidad de objetos, haremos mención de una taza de plata esmaltada, con la imagen de San Sebastián, cruces de plata, sortijas adornadas con piedras preciosas, cucharas de plata, cinturones de plata esmaltados. Parece ser que el negocio de orfebre o de platero era bastante fructífero, pues Saubat de Haramboure, por ejemplo, posee no sólo varias casas situadas en el mismo Bayona sino también propiedades de toda clase, viñas, árboles frutales, praderas y también rebaños.

Los primeros estatutos de los maestros orfebres de Bayona, cuya publicación sería sin duda muy interesante, datan de 1431, hay otros de 1476 y de 1561; la corporación incorporó además artículos adicionales que vamos a resumir a continuación. Se declaró en primer lugar que "era importante conocer la personalidad y costumbres de los maestros de dicho oficio; se estableció que nadie que no hubiera hecho el aprendizaje con un maestro orfebre de la ciudad, sería recibido como tal en ella". Era preciso, además, que hubiese permanecido siete años bajo un maestro y el artículo que autorizaba el aprendizaje fuera de la ciudad fue eliminado. Además, encontrando que el artículo 18 de los estatutos que se ocupaba especialmente de las obras ejecutadas por los maestros, no era lo suficiente extenso y no ofrecía sufiencientes garantías, se decidió que los guardias del oficio y los regidores irían al domicilio de los orfebres, para probar las materias empleadas en las diversas piezas realizadas; y si no fuesen de la ley requerida serían confiscadas en provecho de la corporación. Cada pieza debía ser marcada por un maestro que debía al mismo tiempo grabarle las armas de la Ciudad. Finalmente, se prohibía vender en secreto piezas de orfebrería. "Que no será permitido a nadie comprar ninguna vajilla, soperas ni pieza de oro ni de plata con armas, a menos que sea de la manó del vendedor actuando por sí, o por persona solvente de esta ciudad que responda del vendedor". Se prohibió así mismo a los orfebres vender sortijas o cualquier clase de joyas a los hoteleros o gerentes de hoteles. Todo lo que era de oro o de plata dorada debía, pues, ser sometido a la revisión de los guardias de la compañía.

Citaremos también algunas solicitudes al título de maestro elevadas por varios plateros que deseaban pasar a maestros tras haber ejecutado su obra maestra. En 1680, De Gérard ejecuta una rosa en diamante; el mismo año, François Lafont es recibido después de haber realizado una sortija con una esmeralda; Jean da Villeneuve "oriundo de la ciudad de Nantes", después de haber trabajado nueve años con Raymond Fonds, desea ser maestro, pero la joya que presenta no es aceptada por la compañía que le impone otro dibujo. El solicitante protesta y eleva una queja a la Corporación municipal, añadiendo el croquis de una cruz enriquecida con piedras de apariencia muy atrayente. Una parte de los maestros de la compañía exigían que la cruz fuese esmaltada a lo que se oponía terminantemente Villeneuve, puesto que la obra maestra debía estar realizada de tal manera que el solicitante pudiera deshacerla a fin de no entrar en demasiados gastos. En 1694, Jacques Dubaine ejecuta una sortija adornada con siete piedras; en 1739, Martin Lafont ejecuta un vaso de plata ovalado; en 1752, hay súplica de Charles Frangois Martin, oriundo de Aire en Barrois, y compañero orfebre, para que la Corporación Municipal le autorice a solicitar la maestría. En 1696, podemos citar como maestros plateros, François Fons, Jean Gérard, Pierre Ducamp, Etienne Desbarbés, Pierre Péhau, Jean Forgues, Pierre Casallay, Jean Freson, Jacques Dubaine, Martin Duhart y Jean La Rue. Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.