Ordenes Religiosas

ORDEN DE FRAILES MENORES CAPUCHINOS

Chile. Las tribus araucanas cantadas por Alonso de Ercilla y Zúñiga, el bermeotarra, habían vuelto al paganismo, con las guerras de Independencia, la ausencia de los misioneros y el abuso de los blancos que les quitaban sus tierras a base de los tres regalos de los tres reyes de Oriente: chicha, vino y aguardiente. Una nueva petición dirige al Vaticano Bulnes para apaciguar y civilizar a las tribus por medio de misioneros y no por las armas. Esta vez el embajador de Chile, Ramón Luis de Irarazával, busca misioneros capuchinos italianos, ajustando las condiciones con el Procurador General P. Félix de Lipari, de manera que dichos misioneros vayan respaldados y financiados por el Gobierno de Chile. Los capuchinos italianos siguieron en sus puestos hasta 1889, en que por la inestabilidad política en Italia de años anteriores, fue imposible el envío de misioneros. Mientras tanto, en el convento de Bayona, Fidel de Vera (Irazoqui Echegaray) había formado los cuadros de capuchinos que después habían de reconstituir la Orden en España, comenzando por Antequera y subiendo a Pamplona La primera expedición guiada por el P. Pedro de Usun llegó al puerto de Corohel el 22 de julio de 1889, siendo recibida por el Sr. Zulaica, buen paisano, que la acompañó hasta el convento de Concepción. Propaganda Fide planeó dividir el terreno encomendando, desde 1895, la parte S., con gran población alemana y las tribus mapuches a la provincia de Baviera y la parte N. a Navarra-Cantabria-Aragón-Cataluña, sirviendo de frontera el río Bio-Bio. En 1900 nace la nueva Provincia de Navarra-Cantabria-Aragón, haciéndose cargo totalmente del sector de Chile y de Argentina, instaurando en ellas Casas de formación para Capuchinos criollos. Sus actividades han sido de tipo misional y Parroquia, a través de misiones populares en las haciendas, y a través de sus casas de Santiago, La Florida, Viña del Mar, Paine, Constitución (Nueva Bilbao), Linares, Longaví, Los Angeles y Concepción.