Los curanderos funcionan, todavía, in presentia, pero también por teléfono o Internet. Unos, los Jinko txipi vascos declaran que son capaces de curar tanto personas como animales, los petrikillos son curanderos que utilizan oraciones, plantas y diversos ritos descritos por J.M. Barandiaran; otros son los daunatua que "poseen el don" de restablecer las articulaciones y la continuidad ósea de una fractura: es una forma de fisioterapia popular. Los curanderos de Zuberoa siguen curando a los enfermos de la piel con oraciones, deambulaciones, o llevando el enfermo a la espalda. El Juez de las brujas De Lancre de Burdeos, señaló la presencia en el País Vasco norte de curanderos que calificaba de saludadores. Este juez en su libro De l'inconstance des mauvais anges et démons de 1615 cuenta que los saludadores vendían libros de medicina y de magia en castellano. Publiqué fragmentos de uno inédito traducido al euskera.