Concepto

Madres de los niños expósitos en Gipuzkoa

En Gipuzkoa hubo unas cuarenta mil madres que abandonaron a su hijo entre los siglos XVI y XX.

El nacimiento de hijos ilegítimos en Gipuzkoa fue elevado y a partir de mediados del siglo XIX la cifra de abandonos aumentó enormemente. Esto fue debido al reforzamiento que hubo en la sociedad del papel de la mujer desde el punto de vista moral y religioso de la época. Con pocas variaciones, fue un fenómeno común en España y en Europa.1

Las causas más frecuentes del abandono infantil eran la pobreza, ser hijo ilegítimo, la enfermedad de la madre, falta de leche materna, la discapacidad del niño, etc.2

El perfil de las madres que abandonaban su hijo era de mujeres jóvenes, pobres y en muchas ocasiones analfabetas.3

Estos motivos del abandono motivaban que en las instancias de abandono se citara la falta de apoyo y el rechazo o la presión de la familia.

El número de mujeres oficialmente pobres era superior al de hombres. En muchos casos sus viviendas eran insalubres, su alimentación mala y escasa, y los trabajos que realizaban en el campo, servicio doméstico o en las fábricas tenían unas pésimas condiciones. 4

Las circunstancias negativas en las que vivían muchas mujeres podían provocar que algunas de ellas no pudieran amamantar. Para una madre pobre la falta de leche era un problema importante porque difícilmente podía pagar a una nodriza. Por esa razón las inclusas se presentaban como una solución, porque hasta 1904 no se creó la gota de leche en San Sebastián que facilitaba este alimento de vaca maternizada cuando la madre no podía lactar a su hijo. 5

A la problemática del embarazo no deseado, se añadía la penalización legal del aborto en España desde 1822 hasta finales del siglo XX, aunque no se erradicó la peligrosa práctica del aborto clandestino.6

Hasta en siglo XIX el abandono se realizaba anónimamente por exposición en descampados o la vía pública y a partir de la despenalización del abandono a finales del siglo XVIII, la Diputación creo varios tornos distribuidos por la provincia. Las madres infelizmente embarazadas parían en secreto y abandonaban el niño recién nacido anónimamente, normalmente antes del alba.3

En 1845 la Diputación creo maternidades en la misericordia de Tolosa y en la de Donostia/San Sebastián. Sin embargo, estas instituciones ofrecían pocas plazas, no reunían buenas condiciones de higiene y no solían contar con las salas de aislamiento adecuadas, lo que unido al poco desarrollo de la obstetricia tenía por consecuencia una mortalidad materna de una madre cada 150-170 partos.7

Las causas más frecuentes del fallecimiento materno eran las hemorragias y las infecciones puerperales. Hasta los años treinta del siglo XX no se realizaban transfusiones de sangre y la penicilina comenzó a utilizarse en 1946.

La situación de las madres abandonadoras mejoró con la creación del hospital civil San Antonio Abad de San Sebastián en 18888​ y de la maternidad de la Casa Cuna de Fraisoro en 1913.9

Las madres gestantes solteras, primíparas y con intención de abandonar la criatura eran derivadas a Fraisoro, y el resto daban a luz en la misericordia de Tolosa o en el Hospital civil San Antonio Abad de San Sebastián.

La Casa Cuna de Fraisoro acogió a 12000 niños abandonados y en su maternidad dieron a luz 3500 mujeres hasta su fin de actividad como maternidad en 1960.10

En 1932 se creó la casa de maternidad municipal de San Sebastián 11​sustituyendo en su función al hospital civil san Antonio Abad y en 1960 se creó el hospital provincial de San Sebastián que unificó todos los partos de las madres con intención de abandonar el hijo.

A partir de 1987, los partos de mujeres con intención de abandonar su hijo se trasladaron al centro sanitario Virgen del Pilar de San Sebastián, que contaba con habitaciones individuales.

A lo largo de la historia, las mujeres embarazadas solteras, viudas o adúlteras eran reprobadas socialmente y eran vistas como unas transgresoras porque rompían la idea dominante, sostenida por la Iglesia y la moral social de la ciudadanía, de que la mujer honrada debía ser totalmente entregada a sus hijos y su familia como dictaba el instinto maternal.4

La familia era considerada la base de la sociedad, la que aseguraba el orden moral y material. Dentro de ella, la mujer debía ser la madre amorosa y abnegada, que cumplía con los deberes que la naturaleza le había impuesto, que era el de engendrar, alimentar, cuidar, educar y conservar con vida a sus hijos. Por esa razón, las madres que no cumplían la que se creía que era su función en la vida y dejaban a sus hijos en el torno de una inclusa, en un descampado o en cualquier lugar público, eran estigmatizadas.4

Los higienistas consideraban, a finales del siglo XIX, que la ilegitimidad y la miseria aumentaban las probabilidades de que una mujer abandonase a su hijo porque las solteras embarazadas, en muchos casos, sufrían el rechazo en su hogar familiar y luego, cuando parían, no podían trabajar, y si lo hacían solo contaban con su escaso salario para subsistir en trabajos precarios como nodrizas o en el servicio doméstico.4

El rechazo social no alcanzaba a los padres. La responsable era siempre la madre, censurada por dejar a su hijo en la inclusa.

La recuperación del niño tras el abandono era poco frecuente y normalmente era la propia madre la que se hacía cargo en solitario de la criatura. En este sentido, cabe destacar que en la Casa Cuna de Fraisoro, a partir de 1940, más de la mitad de los niños eran recuperados.12

Referencias

  1. ºValverde Lamfus, Lola. «Niño, Niña (El niño Abandonado)». Enciclopedia Auñamendi.
  2. Salinas, Aitziber. «Abandonar el hijo para que viva». Noticias de Gipuzkoa.
  3.  a b Alustiza Martínez, Carlos. «Niños abandonados en Gipuzkoa». Enciclopedia Auñamendi.
  4.  a b c d Rodríguez Martín, Ana María. «Las madres de los expósitos en España». Revista internacional de estudios feministas.
  5.  Bengoechea, Antonio. «La Gota de Leche». Enciclopedia Auñamendi.
  6.  «Evolución legal del aborto en España». Universidad de Córdoba.
  7.  «Revisión sobre la mortalidad materna en España». Hospital Universitario La Paz. Madrid.
  8.  «Hospital Civil San Antonio Abad». Colegio de Médicos de Gipuzkoa.
  9.  Alustiza Martínez, Carlos. «La Casa Cuna de Fraisoro». Enciclopedia Auñamendi.
  10.  «Acogida infantil en la Casa Cuna de Fraisoro». Colegio de Médicos de Gipuzkoa.
  11.  «Casa de Maternidad de San Sebastián». Colegio de Médicos de Gipuzkoa.
  12.  García Magriñà, Eva. Sociedad de Ciencias Aranzadi.