Políticos y Cargos Públicos

Madoz e Ibáñez, Pascual (versión de 1989)

Expatriación. El recuerdo que dejó en Madoz la universidad fue amargo. El mismo juzga este período como «una época de grandes vicisitudes personales, por nuestros compromisos en favor de la causa constitucional». Tras los sucesos anteriores su conducta fue vigilada. Y una vez concluida su carrera en 1828, tuvo que abandonar España. El dos de marzo de 1831 llega a Tulle, y dos meses después se dirige hacia París. La capital francesa congregaba, por entonces a los expatriados españoles más destacados, por lo que Madoz trata de establecer contacto personal con ellos. Entra en la intriga política de la emigración. Contacta con Andrés Borrego, encargado de la Junta provincial del Principado de Cataluña, que le encarga se dirija al Sur de Francia, a fin de consultar a algunos compatriotas sobre su manifiesto que iba a presentarse con objeto de neutralizar los esfuerzos del gobierno español en el asunto de los bonos de Cortes. El ministro del Interior a causa de las actividades imputadas a Madoz, le ordena trasladarse a Tours. Pocos días después de llegar a la ciudad francesa fue protagonista de un hecho que le granjeó las simpatías de Tours. El cuatro de diciembre de 1931 se declaró un incendio en una casa próxima a la habitada por Madoz, quien actuó heroicamente. En el otoño de 1832 se dan cambios políticos en España. Uno de ellos fue el Decreto de Amnistía, promulgado por la regente, el 15-X-1832. Madoz se encontraba entre los afectados, por lo que pudo regresar a España con la mayoría de los exiliados. El resto tuvo que esperar un año más a que se ampliara el perdón.