Pintores

Lope Vallejo, Emilio

En cuanto a la elección de temas, aunque Emilio Lope nunca ha obviado los distintos géneros pictóricos, es una constante en su ejecutoria el tratamiento preferencial que concede al paisaje. Y en este sentido muestra aprecio por todo tipo de ambientaciones y geografías. Así, ha plasmado rincones vizcaínos, guipuzcoanos, valencianos, asturianos o catalanes, allá por donde ha ido y ha estado, e incluso vistas de Egipto, pero es notorio que su mayor preocupación recae en las panorámicas que mejor conoce: las de su propia tierra.

Un paisaje -alavés y riojano- en el que se desenvuelve con bastante comodidad, adecuando perspectivas y encuadres, masas y volúmenes, con sus correspondientes timbres de ambiente, luz y color. Con la adscripción del pintor a un paisaje muy concreto, podemos decir que si bien este paisaje es siempre el mismo, en cambio, resulta fresco y novedoso en cada interpretación. Por dos evidentes razones; por un lado porque se recoge la ambientación de un determinado instante, instante que es irrepetible y único, interviniendo por otro lado, no lo podemos ignorar, los estímulos sensitivos o sensoriales del artista. Unos estímulos, unas percepciones, que igualmente son mudables a tono con la propia apreciación y valoración de las cosas observadas.

A este pintor riojano-alavés también le gusta hablar delante de sus cuadros de la "temperatura", de las diferentes captaciones y labores de síntesis que poseen los temas, cada ambientación tomada al aire libre. Tornándose así los espacios naturales en secuencias visuales muy sutiles que reducen las composiciones a caudales eminentemente expresivos; composiciones, secuencias y escenas en las cuales el color dinamiza todo lo sentimentalmente observado. Preferentemente esas coloraciones violáceas, una de sus tonalidades preferidas, con el amplio surtido de azules, rojos, amarillos, rosas? A diferencia de otros pintores alaveses, que ocasionalmente alumbran en sus paisajes la representación de figuras humanas, Lope se desenvuelve cómodo con estas imágenes. Sabe armonizar en sus lienzos los primeros y segundos planos: figuras y naturaleza, hombres y paisaje. Todo ello con claro sabor "plenairista".