Concepto

Industria

Desde mediados de los años 70 se desarrolla la crisis económica en Europa Occidental teniendo su impacto en los territorios vascos. La crisis se agudiza, en el sur de Euskal Herria, en el comienzo de los años 80 y se alarga hasta 1985, produciéndose posteriormente un relanzamiento económico hasta 1990.

Porcentaje del PIB.
Sur de Euskal Herria
SECTORES195519751985
Fuente: Banco Bilbao
Agricultura y pesca12,85,73,2
Industria48,347,942,4
Construcción5,25,44,1
Servicios33,641,050,3

Como se observa, la pérdida de peso del sector industrial, se produce ,especialmente a partir de la crisis (mediados de los 70). No obstante, la importancia del sector industrial en el sur de Euskal Herria sigue siendo manifiesta dado que es el principal motor del tejido productivo y soporte del sector terciario.

Si se analiza la estructura del empleo, lo primero que hay que señalar es la masiva pérdida absoluta de empleos -en la CAV se pierden más de 152.000 empleos en el periodo 1975-1985, y en Navarra 19.000-. Esa pérdida de empleos se ha producido en todos los sectores económicos, excepto en los servicios. Sin embargo, la estructura de la pérdida de empleos es muy diferente en los diferentes territorios. Mientras que en la CAV es el sector industrial el que reporta la mayoría de la pérdida de trabajos (3/4 partes aproximadamente), en Navarra el primer sector en pérdidas de empleos es la agricultura, por delante de la industria.

En términos relativos, esta caída del empleo total ha afectado más a la CAV, con una pérdida del 19 % de los empleos de 1975, que a Navarra, con una pérdida global de 10 %.Este comportamiento desigual se debe a dos razones: por un lado, la pérdida de empleo industrial ha sido superior en la CAV (30 %) respecto a Navarra (17 %); y por otro lado, la creación de empleos alternativos a los industriales en el sector servicios en Navarra ha supuesto el 22 % y en la CAV únicamente el 4 %.

La ininterrumpida pérdida de puestos de trabajo hasta 1985, agudizada por la incorporación de más mujeres y jóvenes a la búsqueda de empleo, alimentó excepcionales niveles de paro. Se pasó de tasas de desempleo insignificantes (3,3 % de los activos en 1.975) a una de las mayores de Europa (22,8 % en 1.985). Por primera vez durante todo el siglo, Bizkaia y Gipuzkoa registraron un saldo migratorio negativo.

La intensidad que la depresión de 1975-1985 alcanzó en el sur de Euskal Herria fue sobre todo el resultado de tres factores: el carácter netamente industrial de la crisis, la pauta de especialización productiva vasca y los errores en la orientación de la política industrial.

Los grandes planes de inversión realizados en el periodo 1970-1975 y financiados con créditos públicos y privados, incidirán notablemente sobre los costes financieros, desde el momento en que el derrumbe del mercado va a dejar inutilizado una importante capacidad productiva y los tipos de interés se disparen al alza, por efecto de la inflación y de las restricciones monetarias. Las cargas financieras se elevarán rápidamente, pasando del 10,2 % del VAB en 1974 a 27,5 % en 1980 como se aprecia en el cuadro siguiente:

Costes PersonalAmortizacionesCargas financierasBeneficio netoVAB
Fuente : Caja Laboral Popular
197464,51410,211,3100
19756713,712,76,6100
19766814,716,3-1100
197769,115,219,6-3,9100
197868,615,824,1-8,5100
197965,420,424,5-10,2100
198066,420,627,5-14,6100

El abultado endeudamiento de las empresas industriales vascas, ha traído como contrapartida una creciente participación de las cargas financieras en el valor generado, con la consiguiente caída de beneficios. Si bien los costes de personal se expanden apreciablemente entre 1973 y 1977, en los últimos años los incrementos salariales evolucionan por debajo del crecimiento del valor añadido.

La pauta de especialización de la industria vasca fue el segundo componente explicativo de la intensidad de la crisis (ver figura 1). La producción de minerales y metales, actividad con poca demanda en Europa, generaba, en 1975, el 11,5 % del valor añadido de la economía vasca. La fabricación de productos metálicos, rama muy perjudicada en todo el mundo por la caída de la inversión en bienes de equipo, aportaba el 15,9 % del valor añadido generado en la CAV. Y algo parecido sucedía en la construcción naval. Por el contrario en la fabricación de productos químicos, componentes farmacéuticos, alimentación, material informático e instrumentos de precisión, bienes cuya demanda creció relativamente rápido después de 1975, la implantación de la industria vasca era mucho más embrionaria.

En tercer lugar la política del "desarrollismo", fue continuada en los primeros años de la Transición. Los planes de inversión consumieron abundantes recursos financieros y fomentaron crecientes excesos de oferta. Al dispararse los costes financieros se generalizaron las pérdidas entre las grandes empresas subvencionadas.

Los casos de AHV, producción no integral de acero común y la de aceros especiales fueron elocuentes en cuanto a excesos de capacidad y de pérdidas. También en el sector naval, ante la bajada de la cartera de pedidos (de 486.000 TRB a 193.000 TRB en el periodo 1976-1983) hubo reducciones drásticas de empleo, cerrándose Euskalduna en 1988.