Concepto

Guantero (Para Laxoa)

Los guantes utilizados en el juego de laxoa son de cuero rígido, de forma enconvada y acanalada con un peso entre 900 y 1.100 gramos y de dos clases. Uno corto de unos 35 cm. de largo por 17 de anchura y otro largo de una distancia aproximada entre los puntos extremos de 45 cm. que llegan a 58 en la curvatura interior con una anchura de 17 cm. en la base y 11 en la punta. El jugador que realiza el saque y el número utilizan esta segunda herramienta. En la parte posterior inferior llevan una manopla donde se introduce la mano con la que se maneja la herramienta.

Los dos artesanos que han fabricado guantes compraban cuero de vacuno sin salar, en el matadero comarcal para proceder a continuación a "ablandarlo" por inmersión durante unos tres días, en un bidón de metal que contiene cal viva. Tras quitarle los restos mayores de carne y pelo utilizando una espátula de madera, volvían a introducirlo durante unos 25 a 30 días en cal viva rebajada (6/7 kg. por cada 150 litros de agua) para habitualmente en el río sobre una madera proceder a la lim¬pieza final con un descanador. Tras el secado al aire libre (en verano unos ocho días) se procedía al almacenado.

Antes de su utilización posterior se volvía a sumergir en agua fría (2 o 3 días) para pasar a cortar el cuero de la parte del lomo del animal por el lado donde tenía el pelo, "la flor", y que sería la que recibiría el golpe de la pelota para lo que se utilizaban plantillas y cuchillas de zapatero. A continuación se colocaba muy bien estirada sobre un molde u horma de madera clavándose a la misma, para que al secarse tomara la forma deseada. Lo mismo se hacía con una segunda y tercera capa, colocándose ésta al revés que la primera. Tras colocar un botón entre las dos últimos cueros (para coger el guante con mayor comodidad para la mano) se procedía primero a cortar los sobrantes y después a pulir los exteriores con lija (antes en un torno de pedal y ahora eléctrico).

Para terminar el guante se procedía a levantar la tercera capa y colocar la manopla volviéndose a coser el conjunto con doble fila (antes utilizaban una lezna y pelo de jabalí, ahora taladro eléctrico e hilo industrial).

Tras colorear el guante (se ha pasado de utilizar azafrán hervido a la cera líquida) se le daba cera para que la pelota corriera mejor.

La manopla se fabricaba con independencia del guante comenzando por cortar un cuero "suave" a la medida requerida utilizando plantillas y cuchilla de zapatero para pasar a hacer cuatro ranuras en las que se introducían quillas que hacían de entrededos, cosiéndose todo ello a máquina. Tras colocarle dos botones de cuero (donde van a ir las yemas de los dedos) y dos tiras que nacían entre el índice y el pulgar, para que el jugador pudiera sujetar debidamente su mano y tras acabar con un bordillo de badana quedaba la manopla terminada pasándose a unirla al guante.