Léxico

FRONTÓN

Sorhopila. Se le ve en los llanos o bien a veces en las planicies de las montañas. El suelo es horizontal, elegido en prados de hierba fina. De lejos, nada revela la presencia de un campo de juego, pero aproximándose se distinguen los eskasak o rayas que delimitan el campo; son pequeñas regueras como de unos diez centímetros de ancho, hechas con el azadón y cuidadosamente conservadas. Corren paralelas, a unos 15 a 17 m. de distancia, cortadas en la mitad por una raya perpendicular. Una losa lisa sirve de botillo. Y eso es todo como instalación. La longitud del campo depende de las posibilidades del mismo. Estos emplazamientos se eligen generalmente a distancia de las poblaciones, en lugares donde pueden reunirse fácilmente los pastores. Se encuentran en la región de Baztan, de Baigorri, en la selva de Haira, en Zuberoa, en Ahuski, etc. Los nombres más conocidos son: erdigaiko sorhoa, garzelako sorhoa, meharrostegiko sorhoa, eroimendi (al pie del pico de Ori). Decorado natural, simple, y también majestuoso y poético, donde la atención queda cautivada por el juego, sin que sea distraída del mismo. Escena primitiva, sin ningún artificio, donde el arte se desplega en su natural belleza, en plena luz. Los desafíos pastoriles que tienen lugar atraen gran número de espectadores. Solían llegar los montañeses de esas regiones sobre mulos y portando la comida. El apasionamiento solía ser tal que, según testimonia un pastor de Banka, no era raro que terminaran a puñetazos o golpes de makilla entre los espectadores.