Concepto

Carnavales de Bizkaia

El principal elemento del Carnaval ha sido en otros tiempos: el disfraz. Cada uno se proveía de los materiales existentes en su casa o entorno. Las ropas viejas y usadas u otras, producto de su utilización a nivel profesional, servían a los disfrazados para intentar no ser reconocidos por sus vecinos en pequeñas localidades y barrios, o por los transeúntes en entidades de mayor población.

Mientras unos se ponían un saco, unos cencerros o unas campanillas, otros alquilaban, e incluso compraban, los conocidos como de "arlequín", pierrot o aldeano. Mientras, ellas, las pocas que lo hacían, buscaban el de "colombina" o el traje utilizado como profesión de criada, por algún familiar o amistad.

El travestismo era muy habitual. Ellos de mozas, con faldas, rellenos que simulaban voluptuosos pechos. Ellas de "señoritos", con bigote y pantalones. A poder ser, la cara tapada con algún trapo, careta de cartón o antifaz. Únicamente se les veía los ojos y la boca.

Los nombres que recibían se corresponden con las diferentes áreas comarcales. A veces, incluso en un mismo pueblo, recibían más de uno. Así tenemos una muestra donde, desde el más extendido de "mascarita" hasta el más específico de kokoxa, se recuerdan los de karatulie, errabidxe, kokomarroak o marroak.