Pintores

Bonnat, Léon

Pintor bayonés, nació en la calle Víctor Hugo de la ciudad laburdina, en 1833 y murió el 8 de septiembre de 1922 en Monchy-Saint-Eloi.

Hizo sus primeros estudios en Madrid, donde residió con su familia, siendo aleccionado por el pintor Federico de Madrazo. Subvencionado por la municipalidad bayonesa prosiguió los estudios pictóricos en París. Entró en el taller de Coignet y presentó en el Salón de 1852 tres retratos. Atrajo la atención de la crítica por un cuadro expuesto en 1854 que representaba a Los peregrinos al pie de la estatua de San Pedro de Roma. Théophile Gautier no dudó un instante en decir lo que pensaba de esta obra: "Encontramos, añadió, dibujo, color, sentimiento profundo de tipos, armonía de personajes y de arquitectura, acento personal, originalidad ante un tema tan repetido, pincelada gruesa y amplia".

A partir de esta época expone en París frecuentemente. Siempre ayudado por Baiona, marchó a Italia, estableciéndose en Roma en 1861. Se ha dicho que en sus obras trasciende la manera de los maestros clásicos españoles, sobre todo en las pinturas religiosas, siendo así que su Martirio de San Andrés evoca ciertamente a Ribera. Además de los temas religiosos, en los que abundó -San Vicente de Paúl, San Nicolás del Campo, San Dionisio mártir, Cristo en la Cruz, del Tribunal de Justicia de París, que fue retirado al estar los radicales en el poder- Bonnat cultivó el retrato, sobresaliendo como un retratista vigoroso de acabada técnica académica. Suyos son los retratos de Víctor Hugo, Thiers, Puvis de Chavannes, Pasteur, Renan, Carnot, Félix Faure, José Bertrand, Taine, Lavigerie, condesa de Potocka, Sra. Pasca y muchos otros.

En 1880 obtuvo la Medalla de Honor, en el Salón de dicho año, con la obra Job. El tema vasco también mereció su atención, así como el mural -San Dionisio en el Panteón-, el tema histórico y el alegórico como Los Campesinos napolitanos ante el palacio Farnesio, La Fuerza, La Justicia, etc., el tema oriental y el de género.

Fue director de la Escuela de Bellas Artes de París, de la de Baiona, donde tuvo muchos discípulos, entre los cuales Georges Bergés, Presidente de la Sociedad de Artistas Franceses, Caballero gran Cruz de la Legión de Honor, organizador incansable de exposiciones, como la de Berlín de 1910. Figuran sus obras en prestigiosas colecciones oficiales y privadas. Desde 1860 se propuso dotar a Baiona de un museo donde se recogieran diversas muestras del arte mundial de todas las épocas y estilos; por ello coleccionó obras de arte durante toda su vida, haciendo partícipe a la municipalidad de Baiona de su proyecto en 1891. Unas pocas las legó al Museo de Louvre y el resto a la ciudad de Baiona, que erigió para acoger tan valiosa colección el Museo actual. En este museo, aparte de las obras de arte coleccionadas, hay 142 obras suyas. También la iglesia de Saint-André se enriqueció con la Asunción de la Virgen, pintada por el generoso donante. Baiona celebró el 18 de junio de 1933 el centenario de su nacimiento hablando en la ocasión el alcalde Garat, Bergés y Leroux.