Concepto

Baile de la Era

Con este nombre, y también con el de baile de las eras, conocemos una danza de la Zona Media de Navarra, aunque históricamente su difusión ha sido mayor. Presenta un gran parecido con la soka dantza y con los ingurutxos, pero en este caso la parte ceremonial es muy reducida y la influencia mediterránea mucho más acusada. Con todo, algunos restos de la exhibición jerárquica tan habitual en las soka-dantzak se han conservado por tradición oral. En Estella, por ejemplo, eran los mayordomos los que comenzaban el baile, invitando a las chicas a coger el pañuelo (Villafranca y Lizarrako gaiteroak 2003:2).

La versión más conocida hoy día es, por supuesto, la de Estella, pero el baile estuvo mucho más extendido por toda Navarra. En 1928, por ejemplo, el ayuntamiento de Pamplona organizó un concurso para premiar la mejor colección de piezas bailables para chistu y gaita, que armonicen con los bailes llamados de la era, inguruchu, etc. (Euskalerriaren Alde, 1928, p. 75). Y en 1888, por ejemplo, el padre Castillo describió una variante en Ujué (cit. en Arrarás Soto 1972:25). El propio Patxi Arrarás mencionó una variante de Aoiz, y otra más, la de Arruazu, fue recuperada por el grupo folklórico Iruña Taldea (Gaiteros de Pamplona e Iruña Taldea 1979).

Esta versión de Arruazu puede ser seguramente un buen representante de este modelo: se inicia con una introducción habitual entre los gaiteros (ya que al parecer baile e instrumento han estado siempre estrechamente relacionados) en ritmo libre, señal de que la danza se dispone a comenzar. La primera parte de la danza es un inguruko, es decir una parte en compás de 2/4 con este ritmo:

Partitura

El ritmo es muy cuadrado, siendo casi todas las notas regulares: corcheas, semicorcheas o negras. A este son los dantzaris bailan por parejas con sus manos unidas por medio de un pañuelo. Como es usual en soka dantzak e ingurutxos, esta danza se realiza en círculo abierto y en sentido solar, es decir, contrario a las agujas del reloj. Sin embargo, en este baile no existe la primera parte de protocolo que es tan importante en esas otras danzas, la que se utiliza para formar las parejas y especialmente para demostrar la habilidad técnica de los dantzaris y demostrar, ejerciéndola, la hegemonía dentro del grupo. Sin embargo, después de esta parte,se realiza el habitual puente, es decir, todas las parejas pasan por debajo del puente que realiza con el pañuelo la primera pareja. Se supone, por tanto, que en otra época el significado de este puente radicaba en la cohesión social, ya que se utilizaba para expulsar de la cuerda a las personas indignas de ello, a las que se prohibía el paso bajando el pañuelo delante de ellas. Lo que no es habitual es que estos puentes no se hacen sólo al son del tambor, ya que los gaiteros interpretan mientras tanto otra melodía en ritmo libre. Una vez que han pasado todas las parejas, se repite esta primera danza y su puente, para que las parejas recuperen el puesto que tenían antes.

De aquí en adelante otros bailes toman el protagonismo. Si en las soka-dantzak e ingurutxos lo habitual son determinadas danzas -casi siempre fandango y arin-arin, en los bailes de la era se realizan otras danzas más modernas: jotas, valses y boleras concretamente. Estos bailes constituyen, sin duda, parte esencial del baile de la era y no, como ocurre en soka-dantzak e ingurutxos, un mero epígono. Ante este hecho, puede suponerse fácilmente que los bailes de la era son una evolución de la soka-dantza, en la que estas danzas más democráticas, bailadas por parejas y seguramente al agarrado sustituyeron al factor jerárquico tan importante en el Antiguo Régimen. Y del mismo modo, que esta importancia de las danzas al agarrado produjera problemas tanto con la Iglesia como con las autoridades, siempre guardianes celosas de la honestidad pública.