La Formación Profesional en Euskal Herria durante el franquismo, tiene sus propios antecedentes. Así, en la Edad Media podríamos hablar de los gremios y de cómo se producía el aprendizaje de los artesanos, de una forma rígida y directa en la que la transmisión de conocimientos muchas de las veces quedaba atascada y sin posibilidad de progresar. Sin embargo, siglos más tarde este modelo de enseñanza desparecería e iría siendo sustituido por las Escuelas de Artes y Oficios, que en lo que a Euskal Herria respecta se crearon en un primer instante en Vitoria en 1774, si bien no nacieron con este nombre sino con el de Escuela de Dibujo, promovida por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, para posteriormente llamarse Academia de Bellas Artes. Sería en 1889 cuando adoptarían este nombre de Escuelas de Artes y Oficios. En Pamplona surgieron en el año 1873, para años más tarde hacerlo en Donostia y Bilbao en 1879.
A comienzos del siglo XX Europa se vio envuelta en la I Guerra Mundial, que tuvo, entre otras, graves consecuencias económicas. Sin embargo, a la finalización de la misma el viejo continente iba a emprender un proceso de reindustrialización que en el Estado español no llevaría el mismo ritmo, aunque las autoridades estatales eran conscientes de que alguna iniciativa habría que emprender. Así, en relación a la formación profesional de los obreros, en 1924 surgió el Estatuto de Enseñanza Industrial en cuyo artículo n º 1 definía el objetivo de este modelo de enseñanza:
"tiene por objeto la formación, educación y cultura del personal que interviene en los distintos cometidos de la industria fabril y manufacturera y de las instalaciones mecánicas, químicas y eléctricas".
Sin embargo, este Estatuto tampoco se convertiría en la solución a las verdaderas necesidades de la formación profesional, y en 1928 entraba en vigor un nuevo Estatuto, el Estatuto de Formación Profesional que venía a cubrir las carencias del anterior. En este contexto y centrándonos en Euskal Herria, los Salesianos llegaban en 1927 a Pamplona y allí comenzaron a sentar las bases de lo que años más tarde sería la formación profesional de Navarra.