Humanidad. El ser humano, el hombre común, el hombre popular y el hombre ejemplar. Hay alguna diferencia entre los roncales, salacencos y ansotanos. El roncalés es menos astuto y reservado que el primero y menos ocurrente que el segundo. En Garde, p. ej., había una persona, creo que ansotana, pero ya como gardar, Txikin, con un anecdotario ocurrente y chistoso que apenas se da entre los roncaleses. Y lo mismo sucedía en Isaba con el Cheso, de Hecho.