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URRITZOLA-GALAIN

Urbanismo y construcciones civiles

El casco urbano está dividido en dos núcleos bien diferenciados. Galain se levanta en un nivel inferior, y está constituido por media docena de casas, mientras que Urritzola, de mayor tamaño, se encuentra en lo alto de un promontorio, situado a unos 500 metros, que domina el valle que se extiende delante.

En Galain encontramos con un exiguo casco urbano, que arranca desde la propia carretera, punto del que parte una calle perpendicular que aglutina a la totalidad de las casas del lugar. Señalaremos en primer lugar una casa reformada, con tres alturas, tejado a doble vertiente y una considerable ampliación lateral, que se levanta en la misma orilla de la carretera. Tiene muros enlucidos salvo la planta baja, en mampostería, y con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos, que tienen diseño cuadrangular. Cerca se levanta una casa de similares características, cuya fachada lleva arco de medio punto con la rosca moldurada, ventanas cuadradas agrupadas de tres en tres, y pequeño escudo en alto, muy sencillo y esquemático. Más adelante hay una fuente de piedra con pilar prismático, pila moldurada y "aska" para abrevar.

Otra casa reformada muestra en uno de sus hastiales una ventana antigua, en piedra, con diseño mixtilíneo conformado mediante tres lóbulos, de los cuales el central va rebajado. Tiene la rosca moldurada, así como un antepecho decorado con bolas que podrían situar su factura en el siglo XVI avanzado. Otra vivienda, que repite características formales ya reseñadas, se abre mediante arco de medio punto de dovelas cortas, y su fachada se cobija mediante un contrafuerte lateral, prolongación de uno de los muros laterales, que protege la propia fachada de los elementos, al tiempo que sirve de apoyo a balconada y al tejado. Lleva adosada una construcción baja aterrazada, moderna.

Urritzola tiene una planta más arracimada, consecuente con su ubicación en pendiente, en cuyo lugar más alto se levanta la iglesia. La casa parroquial es un bloque prismático de planta rectangular, con tres alturas y tejado a dos aguas. Los muros van hoy sin enlucir, mostrando mampostería muy menuda y con cadenas de sillar, salvo el último piso que va en entramado de madera. Los vanos son rectos y modernos. Cerca, encontramos otro inmueble de tres alturas más tejado a doble vertiente, pero que muestra muros enlucidos, con las sabidas excepciones. Los vanos son adintelados, incluida la puerta.

En una placita nos encontramos varias casas de diferentes formatos, alguna de las cuales, moderna, ha intentado ser mimética con el resto. Semitapada por una construcción adosada, nos encontramos con una fachada de apariencia más antigua, en la que aún luce, algo descontextualizado, un escudo rococó de diseño simple en el que se lee: MIGUEL DE ELSO. De mayores pretensiones se nos antoja un caserón de gran desarrollo en planta, con tres alturas y tejado a dos aguas pero con grandes limas. Muros y vanos reciben el tratamiento más normal en la localidad, a excepción de la puerta, que consta de un arco de medio punto de 17 dovelas largas y estrechas. Otra casa muestra una airosa balconada, que recorre uno de los frentes largos de su planta. Cerca, nos encontramos una fuente muy similar a la antes descrita en Galain. Otra plaza, al parecer el núcleo original del lugar, muestra casas antiguas pero bien conservadas, con muros enlucidos, tejados a dos aguas y vanos enmarcados en piedra. Los vanos suelen ser rectangulares, aunque algunas de las puertas rematan con arcos de medio punto. Una de las casas, reformada, muestra aún dos balconadas superpuestas, bajo el amplio alero del tejado. La casa más antigua, en precario estado de conservación, muestra trazas de reformas y algún arco cegado. La parte original parece estar constituida por un muro en sillarejo, hoy sin enlucir, en el que se abre lo que parece ser una puerta alta y la estructura de un palomar. Tanto este vano como otra ventana se rematan por una suerte de arco de medio punto, conformado por la aproximación de dos ménsulas cóncavas. La erección de este edificio puede ser fechada en época todavía medieval.

Parroquia de la Asunción

Se trata de un templo en el que las intervenciones y restauraciones (1984) no desmienten su origen medieval ni su estilo ojival protogótico. Su planta, muy sencilla, consta de una única nave rectangular, dividida en tres tramos desiguales, de los que el que alberga la cabecera es mucho más profundo, rematando con testero recto. El tramo central de esta nave, además, va enmarcado por pilares que definen dos nichos a modo de embrionario transepto. Por el lado de la Epístola se adosa una sacristía de planta cuadrada, así como un pórtico cerrado realizado en piedra, y que es contemporáneo a la construcción de la fábrica.

Los muros muestran al exterior un sillarejo de tratamiento y formato irregular, enlucido en algunos paños. Se perfora por ventanas rectas, y a los pies de la nave soporta un coro de madera muy rústico.

La nave se cubre por una bóveda de cañón apuntado de hacia el 1200, con arcos fajones que señalan los tramos y que son también de perfil ojival, apeando en pilares. La sacristía recibe un simple cielo raso.

Al exterior destaca la torre, una construcción que se levanta sobre el segundo tramo de la nave, de planta rectangular y fuste esbelto, rematado por medios puntos para las campanas y un tejado simple a doble vertiente. El pórtico consta de dos alturas, de las cuales la inferior va en piedra someramente escuadrada, y la segunda va enlucida y con ventanitas cuadradas. Se abre en planta baja por una ventana de medio punto y una puerta apuntada compuesta por tres arquivoltas lisas. Hay trazas que parecen mostrar que el pórtico era más largo en origen, pues hay restos del arranque de una segunda ventana. La puerta del templo muestra diseño muy similar a la del pórtico, con arco apuntado, tres arquivoltas lisas y guardalluvias exterior que fue partido para la erección del techo actual del pórtico. Los capiteles faltan, habiendo sido sustituidos por una simple moldura corrida, también sin decoración.

El retablo mayor es barroco de la primera mitad del siglo XVIII. Consta de banco, un cuerpo de tres calles y un ático con aletones. Se articula mediante columnas salomónicas y lleva decoración vegetal muy menuda. En el banco aparecen dos pinturas, que representan respectivamente al Salvador (siglo XVI) y a Santa Teresa (siglo XVII). En el cuerpo hay dos tablas del XVI, que representan a la Natividad de María y a la Anunciación, obra del pintor Menaut de Ozcáriz. En el ático se exhibe un Calvario de resabios manieristas. Los cuadros llevan composiciones equilibradas y serenas, reforzadas por representaciones de arquitecturas. Los personajes tienen un canon alargado, con ropajes de pliegues movidos y ampulosos. La imagen titular central es una talla de bulto que representa a la Asunción, renacentista del siglo XVI.

En el lado del Evangelio se ubica el retablo de la Virgen del Rosario, que es una obra barroca de la primera mitad del siglo XVIII. Su traza consta de banco, un cuerpo y ático entre aletones. Va articulado mediante columnas salomónicas y cubierto con abundante decoración de follaje. La imagen titular figura a la Virgen con el Niño y pertenece al siglo XVI, mientras que la Santa Ana del ático es de fines del XVI y manierista.

La pila bautismal es medieval y perteneciente a un gótico inicial, muy probablemente contemporánea a la fundación del templo. Lleva pedestal cuadrado decorado con bolas, fuste cilíndrico y taza también cilíndrica decorada con arquillos. En la sacristía podemos encontrar, por último, un Crucificado barroco del siglo XVIII, así como algunas piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)