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Rodríguez Soriano, Juan

Catedrático de Pediatría, Doctor en Medicina, nefrólogo pediátrico, e investigador. Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad. Pionero de la nefrología pediátrica. Nacido en Barcelona, el 5 de marzo de 1933. Fallece en Neguri (Getxo, Bizkaia), el 13 de octubre de 2010.

Cursó estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, licenciándose con premio extraordinario en 1956. Se especializó en Pediatría en el Hospital Clínico de Barcelona, y en 1959 se trasladó a París como becario del Hôpital des Enfants Malades, donde había surgido la primera escuela de Nefrología Pediátrica. Sus maestros, el Profesor Pierre Royer y los doctores Renné Habib y Henri Lestradet, le adiestraron en el estudio anatomo-patológico, bioquímico y funcional de las enfermedades renales. Destacó por su gran capacidad de trabajo y brillantez y se convirtió en un experto en la fisiología tubular. Su Tesis Doctoral "Exploración funcional de las acidosis renales" constituyó un primer anticipo de las futuras contribuciones de Juan Rodríguez Soriano en el conocimiento de las acidosis renales, obteniendo en 1962 el título de Doctor en Medicina y Cirugía, con premio extraordinario, en la Universidad de Barcelona.

En 1963 el Dr. Juan Rodríguez Soriano, tras recibir una beca de investigación posdoctoral, se trasladó a la Facultad de Medicina y Hospital Albert Einstein de Nueva York, incorporándose al entonces recientemente creado grupo de Nefrología Pediátrica, dirigido por el Prof. Henry Barnett y el Dr. Chester Edelmann. Este grupo lideró la estandarización de las pruebas de exploración funcional renal en pediatría: la acidificación urinaria, los mecanismos de concentración renal en recién nacidos, y la biopsia renal con control fluoroscópico simultáneo, entre otras técnicas. En 1967 el Dr. Rodríguez Soriano publicó en Pediatric Research la descripción original de un nuevo síndrome denominado acidosis tubular proximal, un hallazgo fundamental, que constituyó el primer hito excepcional en su carrera profesional.

Juan Rodríguez Soriano regresó a Barcelona en 1967, en calidad de jefe clínico de Pediatría del Hospital Infantil Vall d'Hebron. Allí conoció a su futura esposa, María Jesús Vita, radiólogo pediátrico, quien permaneció a su lado toda la vida, y con la que tuvo tres hijos. Posteriormente en 1970 el Dr. Juan Rodríguez Soriano se trasladó al Hospital de Cruces en Barakaldo, Bizkaia, como Jefe de Servicio, y posteriormente Jefe de Departamento de Pediatría. Fue el creador de un Departamento de Pediatría puntero en el estado, que proporcionó atención médica contemporánea y de calidad, a los pacientes pediátricos. Su amplia y contemporánea visión de la especialidad constituyó la base para la organización del Departamento de Pediatría, sustentado en las especialidades pediátricas, lideradas entonces por jóvenes y entusiastas sub-especialistas, formados en su mayoría en el extranjero; un planteamiento radicalmente innovador para el país en dicha época. Asimismo fue responsable de la formación de más de 300 especialistas en Pediatría y sus áreas específicas, en el programa MIR (médicos internos residentes), incluyendo gran parte de los especialistas del País Vasco. Profesionalmente desarrolló la Sección de Nefrología Pediátrica y el Laboratorio de Fisiología Renal con su inseparable compañero y amigo el Dr. Alfredo Vallo. Ambos ofrecieron asistencia especializada a los pacientes pediátricos con enfermedades renales, tanto de la población local, como de toda España, a la vez que incorporaron las nuevas técnicas y procedimientos propios de la especialidad en pediatría como el tratamiento renal sustitutivo agudo y crónico mediante diálisis peritoneal (1970), hemodiálisis (1972), y el trasplante renal (1979), con reconocimiento de servicio de referencia del norte del país.

Simultáneamente desarrolló su labor docente universitaria de pregrado, que inició en 1977 como Profesor agregado primero, profesor titular (1985) y Catedrático de Pediatría (1995) después, de la joven Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Sus profundos conocimientos científicos, capacidad analítica y dotes docentes excepcionales, la promoción de la investigación que llevó a cabo y su profunda integridad personal y profesional se distinguieron en la formación de generaciones de Licenciados, y también un largo número de Doctores en Medicina y Cirugía.

Fue un reconocido experto en tubulopatías, y en su laboratorio de fisiología renal formó numerosos especialistas en Nefrología Pediátrica tanto españoles como latinoamericanos. A lo largo de su carrera profesional y hasta su jubilación en el 2003, se mantuvo activamente involucrado en la investigación, focalizado sobre todo en el balance ácido-base y su pato-fisiología, la homeostasis renal de agua y electrolitos, las alteraciones tubulares renales y su expresión clínica en lactantes y niños. Otros campos de su interés fueron el hipoaldosteronismo y los pseudo-hipoaldosteronismos, los síndromes de Bartter y Gitelman, la hipomagnesemia de origen renal, la maduración postnatal de la función renal, y la calidad de vida a largo plazo en los adultos jóvenes con enfermedades renales desde la edad pediátrica. Fue un entusiasta de la revolución que representó el surgimiento de la biología molecular y contribuyó al descubrimiento y al diagnóstico genético en las descripciones originales de las mutaciones de los genes codificantes de la ATP6V1B1 y ATP6V0A4 en la Acidosis Tubular Renal Distal, las mutaciones de los genes codificantes de los canales ROMK y CLCKB en el síndrome de Bartter tipo II y III, las mutaciones del gen del receptor de los mineralocorticoides en el pseudohipoaldosteronismo tipo I, las mutaciones de los genes codificantes de la CLDN16 y CLDN19 en la Hipomagnesemia Hipercalciuria Familiar con Nefrocalcinosis, y las mutaciones del gen codificante de la NMMHC-IIA en la enfermedad relacionada con el gen MYH9 [19-41].