La parroquia de San Pedro de Abinzano es un templo que se inscribe, desde el punto de vista tipológico, dentro de un estilo protogótico de carácter rural que en Navarra adquiere gran desarrollo en los primeros años del siglo XIII.
Están documentadas obras de cantería realizadas en esta iglesia a partir de 1667 en las que intervienen los maestros Pedro de Olabide y Martín de Olarriaga. Presenta planta rectangular de tres tramos más ábside semicircular y cubierta de medio cañón apuntado sobre arcos fajones rectangulares. El ábside se cubre con un cuarto de esfera. Un coro de arco escarzano decorado con bolas se presenta a los pies que apoya en una balaustrada de madera, barroca. La sacristía, de planta rectangular con cubierta de crucería con soportes de ménsulas y pilares poligonales, se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola.Tanto el interior como el exterior presentan muros de sillar menudo. Destaca, al exterior, el ábside semicircular con tejaroz de canes lisos que se prolongan por la nave y también están presentes en la torre. La portada se abre en el tramo intermedio del lado del Evangelio, con arco apuntado de triple arquivolta baquetonada que apoya en columnillas con capitel liso. En la arquivolta exterior está esculpida una cruz. Una esbelta torre prismática se eleva sobre el tramo del coro y se fecha, como el resto de la iglesia, en el siglo XIII.
El retablo mayor es de estilo barroco y fechado finales del siglo XVII con un espectacular sagrario-expositor. El sagrario está formado por columnas dóricas y el expositor se transforma en una especie de torre. Todo el retablo consta de banco, cuerpo de tres calles entre columnas y ático con arco rebajado entre aletones laterales. La mazonería no mantiene la pintura original. Solo la talla del titular, San Pedro, y el Calvario del ático son de la época del retablo.
Además, en el lado de la Epístola un Crucifijo del siglo XVI, con ciertos rasgos estilísticos anteriores al romanismo se aloja bajo una hornacina de arco rebajado. En este mismo lado se sitúa la pila bautismal con fuste cilíndrico y taza semiesférica lisa.
Por último, en dependencias de la sacristía se conserva un aguamanil de piedra de estilo barroco y un cáliz de plata dorada, neoclásico de 1797 con troquelado de perlas en las aristas y marcas en la pestaña de la base en las que figura el autor SASA, la fecha, 97 y la localidad, doble P de Pamplona. Por último se conserva un copón de madera sin dorar.