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NAVEGANTE

Navegantes vascos en la Edad Media. El viajero Benjamín de Tudela (1130-1175) nos dice en su libro de viajes Séfer Masac'ot, a su paso por Alejandría, que en su puerto atracaban naves de Gascuña, Aragón y Navarra. Teobaldo I de Navarra, con motivo de la sexta cruzada, embarca en Marsella al mando de sus tropas y recorre el Mediterráneo entre 1238 y 1243. Otro tanto hace, en la octava cruzada, Teobaldo II en 1270 y tras el sometimiento de Túnez una tempestad en las cercanías de Trepani hunde gran número de naves de su flota. Los primeros nombres propios de la tradición naval vasca aparecen a mediados del s. XIII. Fueron muchos los marinos y caballeros de origen guipuzcoano y vizcaíno que participaron en la toma de Sevilla por Fernando III (1248) y, entre ellos, uno mereció el honor de ser citado nominalmente entre los más esforzados de la contienda. Fue el irunés Peregrín (o Pelegrín) de Uranzu. Durante los s. XIII a XVI la pujanza naval de la costa vasca es creciente y florece el comercio entre los puertos de Euskal Herria y de Flandes. En el tráfico mercante destacaron, en el s. XIV, nombres como los de Juan de Arriaga, Juan de Begoña, Martín López de Sangroniz, etc., todos ellos vizcaínos. Entre 1365 y 1376 partieron del puerto fluvial de Tudela grandes contingentes de tropas navarras para la conquista de Albania. La última expedición navarra, en 1376, compuesta por cerca de 2.000 hombres y 800 caballos, al mando de Johanes de Urtubia salió de este puerto a la conquista del Peloponeso y posterior destrucción de Tebas. En el s. XV obtuvieron renombre los Zurbarán, de Bilbao; los Pedriza, de Portugalete; los Licona de Lequeitio, etc. A lo largo de estos siglos, marinos y navegantes guipuzcoanos y vizcaínos estuvieron también presentes con sus naves en todas las empresas marítimas de la Corona de Castilla, mientras marinos labortanos hicieron lo propio con la Corona de Inglaterra. Fueron numerosas las ocasiones en que unos y otros tuvieron que enfrentarse entre sí al servicio de sus respectivos monarcas, especialmente en la Guerra de los Cien Años (1337-1453). Durante este conflicto se hizo muy conocido el vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño junto al también vizcaíno Pero Niño quien al frente de una armada de 40 naves se dedicó a proteger la navegación mercante con los Países Bajos y a atacar las costas inglesas (1405). A finales del s. XV son varios los navegantes vascos que descuellan, como Juan de Mendaro, capitán de una expedición al Golfo de Guinea (1475); el vizcaíno Ladrón de Gebara y el navarro Gracián de Agramonte que capitaneaban una escuadra de 30 naves para el resguardo de la costa vasca contra los franceses (1478); Miguel de Múgica, Perucho de Bilbao y muchos otros que participaron en la ocupación de las Canarias (1480-90); el lequeitiarra Iñigo de Artieta que mandaba la escuadra de Vizcaya en las operaciones contra el reino de Granada (1493-94) y en el sitio de Gaeta (1495); Diego López de Ayala, capitán de las fuerzas vascongadas de mar y tierra en la guerra contra Francia (1495)... Aparecen también los primeros corsarios de cierto renombre como los vizcaínos Martín Sánchez de Berraondo, Martín de Plasencia, Martín Ochoa de Sasiola,... y los guipuzcoanos Juan de Lusarreta y Mikel Sánchez de Guetaria.