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La Tamborrada de San Sebastián

La fiesta de la tamborrada no consiste en una gran concentración de los casi veinte mil participantes, sino que cada tamborrada, en número superior a cien, organizada por distintos colectivos populares, desfila de forma independiente por las calles de sus respectivos barrios, respetando, para fijar horarios y recorridos, la antigüedad de las ya existentes. La tamborrada está dividida en dos secciones: una de tambores, que representa a la población militar, y otra de barriles, que representa a los civiles. La comitiva se complementa con las figuras del Tambor Mayor, cabo o sargento de tambores y barriles, gastadores, abanderado/as y cantineras. El vestuario de los tamborreros representa a batallones y regimientos españoles, británicos, portugueses y franceses que intervinieron en el asalto a San Sebastián del 31 de agosto de 1813. Los barrileros visten de cocineros, camisa y pantalón blanco con el gorro que les caracteriza, aunque en sus orígenes eran conocidos como harineros al ser su salida matinal y ser los panaderos quienes, a falta de agua corriente, esperaban de mañana en las fuentes para recoger agua. El cambio se produjo cuando las Sociedades Gastronómicas se hicieron cargo de la tamborrada. La figura de la aguadora se desarrolla en el capítulo correspondiente.

Las primeras tamborradas salían entre las cinco y las siete de la mañana, si bien hubo años en los que, por prohibiciones, tuvieron que salir a media mañana o a media tarde, convirtiéndose en ocasiones, siempre antes de los años veinte, en una especie de cabalgata retreta. La ampliación del número de tamborradas y el hecho de tener que limitarse a las veinticuatro horas del día 20 de enero ha hecho que en todo momento haya tamborradas en la calle. Algunas infantiles hacen su salida la tarde del día 19, siendo muchos los centros escolares que las organizan en sus propios recintos la tarde del 18. Aunque desde 1924 se izaba la bandera en la Casa Consistorial sin más asistencia que la banda de txistularis, el inicio de la fiesta de San Sebastián comenzó a tener carácter oficial con la izada de bandera en 1934, protagonizando el acto la tamborrada de Gaztelubide que ese mismo día y año quedaba fundada como Sociedad. Tampoco existió un fin de fiesta hasta que en 1957, consultadas las tamborradas entonces existentes, sólo la Unión Artesana aceptó la invitación de acudir a las doce de la noche para la ceremonia de la arriada.

Curiosamente, para los amantes de la pureza en el cumplimiento de las tradiciones, el voto perpetuo que se hizo a San Sebastián de celebrar fiesta el veinte de enero incluía el ayuno y la abstinencia, cosa que obviamente no se respeta. Terminando el siglo XIX fue la Unión Artesana la Sociedad que daba un carácter oficial a la comida, que no a la cena, del Día de San Sebastián, si bien la creación de nuevas entidades fue popularizando las cenas, que no las comidas, siendo las de Umore Ona, Euskal Billera, Donosti Zarra, Istingorra, Gaztelupe... las que mayor repercusión tuvieron por la asistencia de autoridades. Desde su fundación en 1934 la Sociedad Gaztelubide sería la encargada de invitar a cenar al Ayuntamiento, siendo Istingorra la que les invitaba a la comida, pero la costumbre se diluyó en la última década del XX, no existiendo en la actualidad comida ni cena con representación municipal oficial de carácter permanente. El cambio de costumbres se produjo cuando el año 1987 se le concedió el Tambor de Oro a Pilar Miró y no pudo acudir al tradicional ágape porque en Gaztelubide no se permitía la entrada de mujeres, originando que durante unos años dicho almuerzo se celebrara en un restaurante.

Las Sociedades Populares y Gastronómicas son el soporte inicial de la fiesta de la tamborrada, siendo para muchas de ellas su principal actividad del año. Perdidas en los archivos las Sociedades Populares anteriores a 1870, es a partir de esta fecha cuando la Unión Artesana, durante dos décadas acompañada por La Fraternal, llevará adelante la fiesta de la tamborrada, convirtiéndose en el motor de la misma. Este protagonismo se ha perdido en la actualidad al ser compartido con los numerosos colectivos culturales, deportivos, religiosos, benéficos, sociales, etc. que se han sumado a la iniciativa. Entre las Sociedades pioneras figuran, además de las citadas, Donosti Zarra (1896-1936), La Nueva Fraternal (1879-1889), La Amistad (1884), Amigos Aurrera (1901), Gizartea (1901), Club Cantábrico (1904-1906), Amistad Donostiarra (1905-1906), Port Arthur (1905-1919), Euskal Billera (1906-1929), Bella Easo (1908)... hasta llegar a las ciento diez del año 2011.