Concept

Guantero (Para Laxoa)

La tradición popular y los nombres de algunos parajes avalan la creencia de que la modalidad de bote-luzea se practicaba por los pastores en sus ratos de ocio en terrenos relativamente llanos conocidos como pilota-soro y también soropil.

Juan Ugarte (21/08/1.914) recuerda haber jugado laxoa desde su juventud y hasta los primeros años cincuenta en el pilota-soro de Urrizqueta situado en un alto dominando el valle del Baztán (a unos 2,5 km. del centro de esta población casi en los límites del Señorío de Bertiz), prácticamente todas las tardes de los fines de semana o festivos si hacía buen tiempo. Otros campos de juego eran los de Beartzun (cerca de la ubicación actual del cuartel de la Guardia Civil), y en Orabidea (en Karokotze-soroa).

Jugadores de la época en Arraioz son Martín Aleman de Garramiola Borda y Martín Bengoechea de Alzuartea.

Antes de iniciar el juego marcaban el terreno mediante surcos los límites laterales del campo, así como la divisoria central para lo que utilizaban hacha y azada. El botari (una piedra de notables dimensiones que actualmente es de madera, llamándosele botillo) lo instalaron de manera fija en un extremo del soropil. El pílota-soro de Urrizqueta tiene un largo de unos 70 metros por unos 40 de ancho. Las reglas de juego eran las actuales readaptadas al hecho de no haber rebote siendo las pelotas utilizadas más grandes y pesadas que las actuales. Apostaban lo habitual en la época (la consumición o unas 5 pesetas). En este mismo lugar se bailaba al agarrado, lo que no se permitía en el pueblo. Los campos de juego abiertos propiciaban la pérdida de las pelotas lo que en las plazas actuales también ocurre, aunque en menor medida. Para impedirlo se ha llegado a entrenar a perros en su búsqueda como el setter Bostbi de Arraioz.