Concept

Evolución electoral y sistemas de partido en Euskal Herria

Sobre los espacios políticos-ideológicos navarros se pueden distinguen cuatro, además del de abstención. El juego de competición gira entorno a tres espacios: socialista, derecha navarra y nacionalista vasco. Y aquí también aparece IUN como de difícil clasificación, como un espacio de transición entre los nacionalistas y socialistas.

Gráfico 7
Evolución electoral al Parlamento navarro de la abstención, las fuerzas nacionalistas, las federalistas, socialistas y las no nacionalistas con respecto al porcentaje de votos obtenidos sobre el censo electoral

Gráfico 7

Fuente: elaboración propia

Gráfico 8
Evolución del reparto de escaños en el Parlamento navarro entre las fuerzas políticas favorables al derecho a la autodeterminación y las contrarias

Gráfico 8

Fuente: elaboración propia

Gráfico 9
Evolución del reparto de escaños en el Parlamento navarro entre partidos de izquierdas y de derechas

Gráfico 9

Fuente: Elaboración propia

Observando la serie temporal (Gráfico 7), se observa que la abstención en las siete convocatorias electorales ha tenido una media del 29,8%, sensiblemente menor que en el caso vasco, y sobre todo, con menos vaivenes, la convocatoria con más abstención fue la de 1999 con un 33,7% y la que menos ha sido la del 2007 con un 24,6%. Analizando los espacios, se puede observar que la derecha navarra obtiene un 30,2% de media de peso electoral sobre el censo, con un mínimo del 24,4 en 1991, y un máximo del 33,7 en 1995. Los socialistas, con una media de peso electoral del 17,7%, obtienen su mejor resultado en 1983 con el 24,9%, y el peor en 1999 con el 13,3%. El espacio nacionalista vasco, tiene un peso electoral de 16,0% de media, con el máximo en el 2007 con un 20,2% y un mínimo del 11,3% en 1995. Finalmente, el espacio federalista surgido con IUN, tiene una media del peso electoral en las últimas cinco elecciones del 4,4%, con un máximo en 1995 del 6,3%, y un mínimo del 2,6% en 1991.

En una interpretación global, vemos que en la década en la primera convocatoria electoral los tres espacios en competición tenían un peso electoral bastante equilibrado, especialmente en el caso del socialista y de la derecha navarra. Pero en 1987, con un repunte de la participación y en buen momento de los nacionalistas vascos como hemos visto en la evolución de Euskadi, se destaca la derecha navarra con un apoyo del 30.5% del electorado, mientras los nacionalistas vascos parecen crecer a costa de los socialistas obteniendo ambos espacios político-electorales una fuerza de alrededor del 19%. Es por ello que los nacionalistas en estas elecciones marcan un hito con 12 diputados en el parlamento navarro, que será su tope hasta la convocatoria electoral del 2007.

En cambio, en 1991, con una alta abstención electoral y unas elecciones marcadas por la competencia entre la derecha unida alrededor de UPN y el PSN, este último parece recabar el voto útil de parte del espacio nacionalista para casi quedar a la par de la derecha navarra. Este efecto, más el salto al parlamento de IUN, produce un descenso significativo del espacio nacionalista vasco, que se acentuará en 1995 debido al crecimiento de los federalistas. Los socialistas a su vez, muy desgastados a nivel estatal sufren un descenso importante a costa del nuevo partido centrista surgido de la derecha navarra, CDN. El resultado de este nuevo fenómeno es un ascenso importante del espacio derechista navarro. Qué básicamente se consolida en 1999, mientras el PSN sigue en pleno retroceso electoral salpicado por los escándalos de corrupción, facilitando con la recuperación del voto nacionalista, que por primera vez el espacio nacionalista supera al socialista. Este crecimiento ocurre a pesar del ascenso de la abstención, impulsado por la creación de Euskal Herritarrok en plena tregua de ETA. Esto también arroja un ascenso en las fuerzas progresistas (Gráfico 9) que están apunto de superar en escaños a la derecha, quedando igualados a 25.

En el 2003 hay un cierto repunte de la derecha navarra, y un ascenso importante de las fuerzas nacionalistas y federalistas. Pero el cambio ocurre definitivamente en el 2007, con un gran repunte en la participación, y un ascenso muy importante del nacionalismo, que sigue siendo el segundo espacio tras el de la derecha navarra y que consigue recoger el voto útil procedente de IUN, logrando unos resultados espectaculares con más del 20% del electorado y 12 diputados, qué de no mediar la ilegalización de la Izquierda Abertzale hubiesen sido 14, todo un record para los nacionalistas.

En cuanto a la evolución de los parlamentarios favorables a la autodeterminación y los contrarios (Gráfico 8), en general la oscilación ha sido pequeña, la media en las siete legislaturas para los favorables al derecho es de doce parlamentarios, y para los contrarios de 38. Aunque habría que hacer una salvedad a los datos que presentamos, pues si en las últimas elecciones la IA hubiese sido legal, los contrarios sumarían 36 y los favorables 16, logrando el mejor dato de toda la serie temporal.

Resumiendo, en la evolución electoral de Navarra no hay marcadas tendencias tan claras como en la de Euskadi. Las tendencias cambian constantemente hasta 1991, pero a partir de esta fecha el nacionalismo vasco empezó un ciclo alcista que aún hoy sigue vigente, y que le ha hecho afianzarse como segundo espacio electoral detrás de la derecha navarra, que también tiene un ascenso, aunque con algún pequeño altibajo. Y finalmente, los socialistas en plena tendencia a la baja, en las dos últimas elecciones han conseguido invertir la tendencia con una ligera recuperación.