Al comenzar el siglo XIX todos los vecinos son labradores, a excepción de algunos oficiales de sastre y herreros. Se cultivan trigo, avena, maíz y leguminosas. Hay algunas viñas, insuficientes para su abasto. El ganado lanar cuenta con 2.200 cabezas. 120 años más tarde los cultivos no han experimentado apenas variación; a excepción de algunas canteras en la sierra de Alaiz no existe industria más que en Campanas, donde, al socaire de la estación de ferrocarril, se fabrican alcoholes, carretería y maquinaria agrícola. La segunda estación de ferrocarril del valle, Noain, no había generado todavía industria alguna. Un estudio de la estructura agraria del valle puede consultarse en Floristan Samanes: El valle de Elorz, CSIC, Zaragoza, 1954, 41 pp. Véase también la "Encuesta tecnográfica del valle de Elorz" publicada por "C. de E. y E. de N." n.° 14 (p. 133-167) y n.° 22 (pp. 87-116).