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ELORZ

En su caserío, de escaso tamaño y que se extiende por una zona llana, se encuentra algún edificio de interés más por detalles que por conjunto. Dejando a un lado algún resto gótico, llama la atención, en primer lugar, una casa con fachada de piedra de mampostería tosca, pero puerta y ventana central de cantería. En la piedra del dintel de la puerta de otra casa que va sobre dos piedras como zapatas se ve un rosetón de piedra con estrella de ocho puntas inscrita dentro de una cruz. Otra talla que llama la atención es la de una ventana con dos círculos a modo de ruedas con ocho radios a los lados y otro con una cruz ovífila en medio. El valor que se daba a estos signos puede relacionarse con unos similares que se encuentran en una sepultura de la iglesia y fechada en 1741. Por último resalta la presencia de casas con fachada con arco de medio punto y blasón en la clave características en toda esta zona y alguna reja o forja antigua de hierro de estructura de tradición gótica.

Elorz contó con la ermita de San Bartolomé, actualmente desaparecida que se situaba donde se encuentra hoy en día el cementerio.

La parroquia de la Asunción, de origen medieval, se amplía en el siglo XVI añadiéndose las cubiertas. De planta de una nave con tres tramos y cabecera recta, el tramo de los pies aprovecha la fábrica medieval y es más estrecho que el resto de la nave, ya del siglo XVI. En el tramo inmediato a la cabecera se abren sendas capillas rectangulares a modo de crucero. Frente a la puerta se encuentra otra capilla, la del lado del Evangelio. El coro es de menor altura que el resto de la nave y tiene un arco de medio punto moldurado sobre ménsulas cónicas con vegetales. La pieza cuadrada que compone la sacristía se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola.

Al exterior se aprecia la torre medieval con sillar regular, un óculo del siglo XVI y cuerpo de campanas rematado con alero sobre canes lisos. El pórtico se sitúa en el segundo tramo sobre arco escarzano moldurado cubierto por bóveda de crucería. En su interior se cobija la puerta de medio punto moldurada por varios baquetones que se prolongan hasta el suelo. Una imposta moldurada corre hasta la alcanzar las columnas. A este pórtico le sigue el saliente de la capilla y el de mayor volumen que corresponde a la sacristía. La cabecera recta tiene contrafuertes diagonales en las esquinas y una ventan rectangular.

En el interior, además de retablo mayor, merece detenerse en otras piezas. Así, la pila bautismal de época románica situada en la capilla destinada a este fin. De basa circular y fuste cilíndrico corto, su taza tiene una subcopa semiesférica y copa cilíndrica con arquillos de medio punto.

En el lado de la Epístola se conserva un Crucificado muerto o agonizante de estilo gótico del siglo XIV con cabello y barba de traza geométrica, anatomía esquemática y paño de pureza hasta las rodillas plegado con una gran complejidad con nudos a ambos lados y con pliegues angulosos y muy plásticos. Dentro de la sacristía se conservan un Crucificado romanista procedente de Andricain y algunas piezas de plata como un cáliz de plata barroco del siglo XVIII liso y una píxide de plata del siglo XVIII en forma de pequeño cilindro con cubierta escalonada y cruz plana de remate. Tiene marca de Pamplona.

El retablo mayor es obra de los maestros del taller de Lumbier, Juan de la Hera y Gaspar Ramos, de principios del siglo XVII y que practican un estilo romanista. Consta de doble banco, dos cuerpos y ático. En el primer banco se desarrollan distintas escenas de la Pasión quedando para el segundo diversos santos y las escenas del Nacimiento, Matanza de los Inocentes y Descanso de la Huida a Egipto, todos ellos relieves. En el primer cuerpo se sitúan los de la Anunciación y la Visitación y varias tallas, entre ellas la de Santa Bárbara y la de San Antón. En el segundo cuerpo, además de tallas de santos, aparecen también los relieves de la Lapidación de San Esteban y la Decapitación. A este cuerpo sigue un friso con Virtudes y en ático se presentan las tallas de San José, Calvario y Santo Obispo. El sagrario es de planta trapezoidal y, al igual que todo el retablo, se encuentra muy repintado. En el retablo quedan plasmadas las características del trabajo del taller de Sangüesa-Lumbier reconocibles sobre todo en los estípites, con una calidad de relieves muy aceptable compuesto con dinamismo y maestría. Las esculturas de bulto son monumentales, por ejemplo las de la Asunción y San Esteban, de gran belleza dentro del clasicismo imperante en el momento que cabe relacionarlas con la escultura de Artieda y Esparza de Salazar, obras también del escultor Gaspar Ramos.

Carmina RIUS SALETA