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DOMINICO

En el origen de la Orden dominicana aparece como protagonista un vasco, Jean de Navarra, de San Juan de Pie de Puerto, compañero de Santo Domingo. El 28 de agosto de 1215 el propio Santo Domingo de Guzmán confería en Toulouse el hábito de predicadores al primer vasco dominicano. En 1217 es designado el Hermano Jean de Navarra con algunos otros compañeros para cursar sus estudios en la Universidad de París. Se cuenta de un incidente entre el vasco y Santo Domingo. Aquél no quería de ningún modo desprenderse de todo género de bienes confiándose a la Providencia. Los dominicanos, unos pocos, se dispersaron para extender la orden. Cuatro van a España, siete a París, otros a Limoges, Toulouse, etc. Jean de Navarra llega a París con el propósito de estudiar, predicar y fundar un convento. Los siete dominicanos arrendaron una modesta habitación cerca de Nôtre Dame, frente al palacio episcopal. Pocos meses más tarde estaba ya fundado el convento de Saint-Jacques, en pleno barrio universitario. Los hermanos se instalaron en él el 6 de agosto de 1218. De París fue a Roma llamado por Santo Domingo, siendo enviado por éste a Bologne, junto con otros dos compañeros, para fundar otro convento. De nuevo se ve al vasco como profesor del Convento de Saint-Jacques de París.

Dominicos de Bayona [jacobinos].
La reseña que vamos a consagrar al más célebre monasterio de Bayona, ha sido tomada casi enteramente de la erudita obra del abate Dubarat, el Misal de Bayona 1543, pues no es posible hacer nada mejor en tan pocas páginas. El convento de los Dominicos, cuya entrada principal daba a la calle Bourgneuf, fue antiguamente el edificio religioso más considerable que la ciudad de Bayona había encerrado entre sus viejas murallas. Los frailes mendicantes, que pertenecían a la orden de Santo Domingo, conocidos bajo el nombre de Hermanos Predicadores o Dominicos, obtuvieron en 1215 el permiso para establecerse en la ciudad. Los archivos que quedan aún de los Dominicos de Bayona, dice el erudito abate Dubarat, son muy ricos; un gran número de documentos de una importancia capital merecerían ser publicados; pero no podemos dar aquí más que una corta reseña sobre el convento de Bayona. No se sabe la fecha exacta de fundación. Sería según Balasque, en 1215; según Massein el 22 de diciembre de 1216 y según Baylac en 1225. Pero la fecha más probable es la de 1221 a 1223 dada por Bernard Gui, que escribió en 1311 la historia de los conventos de la Orden establecidos en la provincia de Tolosa Según documentos hoy día perdidos, el convento de Bayona fue fundado, pues, en tiempos de Santo Domingo.

Dominicos de Pamplona.
Se dice que el convento de Pamplona de los Dominicos se fundó en 1219 por el mismo Santo Domingo, pero no existen fundamentos sólidos para tal aserto. Hacia los años 1553 había ya estudios de Teología. Se llamó el convento con el título de Santiago y se le creó Universidad el 26 de abril de 1630, mediante una bula de Urbano VIII de 31 de enero 1623 y una real cédula de Felipe IV de 17 de abril de 1630. Podía dar grados en Filosofía y Teología. Pretendió darlos el 1654 en Derecho y Medicina, pero no pudo obtenerlo. Tenia al principio, en virtud del testamento de D. Martín de Abaurrea, dos clases de Teología y tres de Filosofía; añadióse más tarde una de Moral, y en tiempo del general de la Orden, P. Boxador, se estableció una nueva de locis o de Melchor Cano. Mas en el arreglo de los estudios universitarios hecho en 1770-72 por Carlos III, no consideró como Universidad al convento de Pamplona. Los planes posteriores de Caballero, 1807, y de Calomarde, 1824, tampoco la tuvieron en esa consideración. Vivió como convento-colegio en que estudiaban los seglares Filosofía y Teología, hasta el año de la extinción de las órdenes religiosas en España, el 1835. Epocas del convento: 1.° Convento: 1219 (?)-1630. 2.° Convento-Universidad: 1630-1772. 3.° Convento-Colegio: 1772-1835. Dominicos de quienes se imprimieron obras en Navarra: Antist, Azcárate, Briz, Cáceres, Carrillo (Román), Garcés, Garcia Fulla, Granada, Huertos, Irurozqui, Jiménez Arias, Larraga, Larrayoz, Lazcano, Mata, Medina, Pérez de Beramendi, Ribas, Richart, Rodríguez Manzanero, Salazar (Simón), Sánchez, San Clemente, Sicilia, Sierra, Trujillo, Urra. Tesis defendidas en la Universidad: Arizcun-Jiménez, Alduán-Landa, Rincón-Ondicola. Tuvo en el convento su origen la escuela tomística y habitáronlo frailes de grande autoridad. En el convento de Pamplona estudió algún tiempo el insigne irlandés P. Edmundo Burke (entre nosotros, Burgos), teólogo casanatense, excelente escolástico y acerado polemista, que imprimió varias obras y dejó otras inéditas. Echard le conmemora en el 1773 (II, 714), y hace de él un hermoso elogio la Hibernia Dominicana, Colonia, 1762, p. 548, núm. XXX. Poseyó también en Navarra la Orden dominicana los conventos de Tudela, donde fundó una clase perpetua de Filosofía, en 1623, D.ª Adriana de Egües, y de Estella, del que dice Diago en su Historia de la Provincia de Aragón de la Orden de Predicadores, Barcelona, 1909, p. 130: "Tuvo en su origen y principio muchos y muy insignes maestros, y entre ellos el famosísimo Fr. Pedro Hispano, el que compuso las Súmulas dialécticas, tan conocidas en todo el mundo y tan tenidas en todas las escuelas, aunque sean las de París, Bolonia y Salamanca, que en explicación de ellas han hecho y hacen comentarios no menos que casi innumerables doctores, dándoles el honor que se debe a cualquier texto irrefragable. No es tan poco lo que tienen que no sobre para poner al autor entre los más ilustres y famosos, y para hacer volar la fama del convento de Estella, donde tomó el hábito y está enterrado". Documentos. 1.° Según el P. Getino, "es Pamplona uno de los conventos dominicanos de la antigua provincia de España de los que conservamos más abundancia de documentos". 2.° En el Archivo de Hacienda de dicha población (Palencia) hay muchos legajos pertenecientes al Convento-Universidad de Santiago de Pamplona. 3.° Se hallan algunos papeles en el Archivo Episcopal de Pamplona. 4.° Se registran varios legajos en el Inventario de los documentos históricos procedentes... de Ordenes religiosas existente en el Archivo de la Diputación navarra. Pueden dividirse en tres clases: cuentas, propiedades y fundaciones, pleitos. 5.° El Padre Coulon, en Scriptores Ordinis Praedicatorum... Editio altera... París, 1910, afirma que se guardan en el Archivo Generallcio de los dominicos de Roma Noticias historiales del Convento de Santiago de Pamplona. 6 ° El P. Getino poseía una pequeña historia, manuscrita, del convento de Pamplona. Hay noticia cierta de que se imprimieron en la Universidad multitud de carteles de tesis, que se han perdido, defendiendo las doctrinas tomistas e impugnando las contrarias. Se conservan solamente unas pocas. [Ref. Pérez Goyena, P. A.].

Los dominicos y la Universidad.
Entre varios intentos de fundar una Universidad en el país no deja de ser interesante la comunicación de los Dominicos de Pamplona a las Cortes de Navarra en 1608. Se proponía obtener de Su Santidad el privilegio para los cursos que se leen de Artes y Teología en su Monasterio de Santiago que, entonces, estaba situado en lo que hoy es el Paseo de Sarasate o sus alrededores. La tramitación de la solicitud siguió por tres cauces: el del brazo eclesiástico de las Cortes, mediante comunicación que éstas hicieron al obispo de Pamplona y al abad de Fitero; la del brazo militar se dirigió a D. Juan de Egües, y la de las Universidades (pueblos), al licenciado Vera y D. Pedro de Egües, y, finalmente, al Síndico D. Pedro de Sala para que platicaren y acordaren el bien público de este Reino y en honra y autoridad suya. El acuerdo de la comisión fue afirmativo, estimando que eran convenientes dos cátedras de Teología, tres de Artes y un maestro de estudiantes. Las demás medidas fueron de orden financiero. Los dominicos tenían prisa en obtener los permisos necesarios para así emplear la renta que producían seis mil ducados que había dejado para ese fin D. Martín de Abaurrea. Este señor había dejado en su testamento que si se fundaba una Universidad en Pamplona, no importa de qué monasterio, tanto alumnos como dinero pasarían a ella. El testamento estaba fechado en 1606. El Reino y los tres Estados se constituyeron en Patronos de la Universidad. José Estornés Lasa, que ha estudiado este tema, lo resume asi: "Pasó el tiempo y en 24 de junio de 1617, D. Juan Cruzat, arcediano de la Sta. Iglesia de Pamplona, incrementó estos fondos con otros dos mil ducados mediante capitulaciones con el convento para estudios de Artes y Teología. Los pueblos de Navarra ofrecieron contribuciones monetarias y en especie. La Real Cédula de erección de la Universidad de Felipe III es del 9 de diciembre de 1619 y la Bula Pontificia del 16 de setiembre de 1621. Pasaron los años y la Universidad seguía siendo un proyecto, pues faltaban los fondos necesarios, ya que el Reino había gastado más de cincuenta mil ducados en las guerras de 1627 a 1630. Los dominicos obtuvieron el Breve Pontificio de Urbano VIII en 1624 y la Cédula Real de Felipe IV en 1630 y se decidieron a crear su Universidad propia. Se opusieron la Universidad de Irache, la de Salamanca y la de Alcalá. La Universidad de Salamanca se opone "porque no conoce que el Reino de Navarra es por si y no tiene Universidad". Los dominicos hicieron su Reglamento Universitario en el que se establecían las facultades de Teología, con tres cátedras; Artes o Filosofía, con tres; Derecho Civil, con cuatro; Derecho Canónico, con cuatro; Medicina, con dos. No pudieron establecer su Facultad de Medicina, a pesar de tener todas las autorizaciones necesarias, por la oposición general. Son muy interesantes para nosotros, la gente de hoy, algunos aspectos del Reglamento. Se establecía que las cátedras se obtendrían por oposición para un período de tres años, menos las de Artes o Filosofía. Había multas a los catedráticos por inasistencia a clase o hacerlo fuera del tiempo señalado, llegando a perder ipso facto su cátedra por 15 días seguidos de no dar clase. La matrícula costaba medio real. Si el alumno es pobre, nada. Los derechos por el título de Bachiller, 50 reales; licenciado en Artes, 107 reales; bachiller y licenciado, 30 ducados; bachiller, licenciado y doctor en Teología, 60 ducados. Por ir en el paseo del doctor se daría a cada doctor acompañante dos reales. A los examinadores, dos reales a cada uno. Al Padre prior, 12 reales y un día de doctor particular. Al secretario por títulos y asistencia, 16 reales y un par de guantes. Por el sello del rector, 8 maravedís. Los conciliarios son cinco, uno de cada Merindad que sea bachiller, licenciado o doctor. En 1630, como hemos dicho, se fundó la Universidad en acto solemne, con la asistencia de las autoridades del Reino de Navarra, resultando, después de leídas bulas, breves y Reales Ordenes, la constitución de su claustro, siendo su primer prior canciller Fr. Juan Martínez y catedráticos el P. Juan de Lazcano y el P. Juan García para Teología. Los Padres Vicente Ríos, Domingo Ortiz y Tomás Fdz. de Sarria para Artes o Filosofía. Maestro de estudiantes D. Vicente Ríos y secretario de la Universidad D. Luis de Oteiza. Los títulos de esta Universidad eran aceptados por las Universidades de Alcalá y Zaragoza. Quedó definitivamente suprimida el 11 de marzo de 1771. Su último prior canciller, Fr. Alonso Crespo, recurrió sin éxito contra esta orden de cierre el 19 de setiembre de 1771 sin ningún resultado. Así terminó esta gloriosa Universidad a los ciento cuarenta y un años de su fundación por iniciativa particular." [Ref. Estornés Lasa, J.: Los Vascos y la Universidad, I. San Sebastián, 1968].