La primera iglesia que tuvieron los bermeanos fue la de San Miguel, construida en el s. IX (?) y sita en el Puerto Menor. Luego se construyó la parroquia de Santa Eufemia también en el puerto cuya fecha de fundación se ignora aunque se sabe que fue posterior a la de San Miguel. En esta iglesia juraban los reyes y señores de Bizkaia guardar los fueros y privilegios de Bermeo y Bizkaia. Gozaba de su patronato la familia de los Aróstegui junto con la de Mendoza Arteaga. La otra parroquia de Bermeo fue la de Santa María de la Atalaya cuya edificación fijó en 1310 D.ª María Díaz de Haro. Se hallaba en la altura de la atalaya y su acceso era mediante 30 escalones. Fue demolida a finales del s. XVIII y sus restos sirvieron para la reconstrucción de la iglesia de Santa Eufemia. Esta última estaba unida a Santa María de la Atalaya hasta la clausura de ésta en 1783; quedó así Santa Eufemia como única parroquia junto con la nueva de Santa María de la Plaza. En la ermita de Kurtzio solía oir misa la Cofradía de Mareantes antes de la elección de los dos mayordomos de la Cofradía. La tercera iglesia parroquial, Santa María de Albóniga, fue fundada como monasterio el año 1093. Su patronato pertenecía al conde de Bado y más tarde a los señores de Bizkaia; en el año 1357, D. Tello y D.ª Juana de Lara, su mujer, lo donaron a los religiosos del Convento de San Francisco de Asís. La feligresía de Santa María de Albóniga pertenece incluso en lo civil a Bermeo por privilegio concedido en 1285 por Lope Díaz de Haro, Señor de Bizkaia. La Virgen de Albóniga es la Patrona de Bermeo. La iglesia de San Pelayo fue unida a Bermeo por un privilegio concedido en 1336 por D. Tallo, Señor de Bizkaia. La jurisdicción civil de su feligresía pertenece luego a Bakio, pero sigue unida en lo eclesiástico al arciprestazgo de Bermeo. Según la tradición, fundada en el s. X como monasterio por los labradores censuarios del señorío, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe se halla emplazada sobre lo alto del islote de su nombre al que se accede por un puente de piedra. Convento de templarios, su patronato fue donado al monasterio de San Juan de la Peña por los Señores de Bizkaia Iñigo López Ezquerra y Toda Ortiz. Posteriormente fue donado en 1162 por Lope Díaz de Haro a los premostratenses de Santa María de la Vid. El Convento de San Francisco fue fundado en 1357 por Don Tello, Señor de Bizkaia, en un llano de extramuros de la villa. Es la primera comunidad de San Francisco que se establece en Bizkaia. Se inauguró el 8 de septiembre con capacidad para veinte religiosos. En 1496 se establecieron en él los de la regular observancia. Gozaron del patronato de este convento los señores de Butrón y Múxica. El 16 de julio de 1834 el convento fue cerrado por orden del Estado y reabierto en 1836 durante la guerra carlista. En 1842 pasaba a manos del ayuntamiento, en 1859 nuevamente a los franciscanos y en el 18 de octubre (revolución de septiembre) al Estado. La iglesia de San Francisco fue abierta al culto en 1895. En la pequeña isla de Izaro tenía Bermeo una ermita dedicada a Nuestra Señora. Con fecha 27 de febrero de 1422 la donó al obispo de Calahorra Don Diego López de Estúñiga y al P. Fr. Martín de Arteaga, conventual de Bermeo. Esta ermita se convirtió en Convento de Franciscanos de Izaro con autorización del mencionado prelado. Cinco años después, en 1427, con la aprobación del Papa Martino V, recibió el nombre de San Francisco de Izaro. El Papa le concedió también todas las gracias y privilegios que gozaban las otras comunidades de San Francisco. Cuando la comunidad, de cerca de veinte religiosos, se encontraba sin recursos, colocaba un lienzo blanco en lo alto de la espadaña. Esto ocurría muchas veces en invierno, cuando quedaban incomunicados por las borrascas y temporales. Los marinos y pescadores de Bermeo y Mundaca acudían entonces en su auxilio. El convento se levantaba en la parte más elevada, en el centro del peñón. Desde el muelle de Bermeo hasta las ruinas del convento, en línea recta, hay una distancia de 3.030 metros. La longitud de la isla es de 625 metros. En el tiempo de su fundación anidaban en la isla millares de aves marinas. Cuando los frailes salían del convento tenían que abrirse paso con un palo. El alimento de los religiosos era a base de pescado que ellos mismos capturaban, de huevos de gaviota y donaciones de los pescadores. Estos religiosos, de noche colocaban una luz fija en lo alto del convento como faro para los pescadores. El 18 de mayo de 1425 Don Juan II, por carta privilegio mandó a sus contadores mayores de Vizc. aplicar al cabildo eclesiástico de Bermeo, los dos mil maravedís que disfrutaban el guardián y frailes de San Francisco en calidad de «limosna de cada año». La causa de este traslado era haber manifestado la comunidad que había trocado esta cantidad, señalada en lo que se llamaba pedido de Vizcaya, por otros derechos y rentas que el cabildo tenía que haber del convento, y por eso la renunciaron y traspasaron. Este convento de Izaro fue de los primeros fundados por los franciscanos en Bizkaia y el vigésimo tercero en la provincia franciscana. Posteriormente, en 1719, estos religiosos pasaron a habitar en Forua y el convento de Izaro quedó abandonado. Sobre sus ruinas se alzó la ermita de Santa María Magdalena.
Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA.
Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA.