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BERMEO

En el puerto de Bermeo fueron halladas algunas monedas romanas, así como una figura del mismo origen en la ermita del Cristo. Historiadores como Garibay, Ocampo, Poza, Melecio y otros han conjeturado que Bermeo pudo ser la antigua Flaviobriga, opinión contra la que se alzan Labayru, Henao y otros. Los autores actuales tienden, sin embargo, a identificarla con el oppidum de Vesperies citado por Plinio entre «Menosca y Portus Amanum donde actualmente está la colonia Flaviobriga».
Desde que suena Bizkaia en la historia Bermeo forma parte del reino de Navarra. A fines del s. IX se citan a Álava, Ayala, Bizkaia, Deyo, Berrueza y Pamplona, como un país poseído por sus naturales durante la invasión árabe. Los primeros documentos vizcaínos se calendan reinando el rey de Navarra en Pamplona, en Álava y en Bizkaia. De la era 1089, año 1051, es una escritura en la que el Rey don García de Navarra libera a los monasterios vizcaínos de la costumbre que tenían algunos condes y caballeros de enviar sus perros a los monasterios y a hombres de su familia para que los gobernasen. El Rey y su mujer, con sus condes y caballeros, proclaman que ningún hombre sea osado a intentar cosa semejante. Otorgan la escritura el rey navarro don García y su mujer doña Estefanía, a una con los obispos del Reino don García de Alava, don Sancho de Pamplona, y don Gomesano de Nájera y los Condes. Y dice: «Plúgonos a nosotros juntamente y al Conde don Iñigo López que es gobernador de aquella patria que se llama Vizc. y Durango». Firma el rey el documento reinando en Pamplona, en Álava y en Bizkaia. Del mismo año es otro documento de donación del Conde citado, don Iñigo López, al obispo de Álava de por vida y después a San Millán. Lo donado es el monasterio de Santa María de Izpea y su decanía de Bareizi en Busturia y también, entre otras, las tercias de Bermeo. El rey don García de Navarra dice hallarse presente y dar su asentimiento y confirmación juntamente con el obispo de Álava don García y con el Conde Iñigo López y su mujer doña Toda. Testifican, además del Rey, los Obispos y el Conde Señor de Bizkaia, por la Gracia de Dios, los Abades de Bolivar, Mungia, Abadiano, Arratia, Barakaldo, Berango y Etxabarri. La tercera referencia es de 1053: los mismos señores de Bizkaia dotan al monasterio de San Juan de la Peña con varias tierras y heredades de San Juan de Gaztelugatxe, algunas de Bakio y algunas sitas in loco qui dicitur Bermeio. La cuarta es de 1082: D. Lope Iñiguez y D.ª Tecla, su mujer, conceden al monasterio de San Millán la iglesia de San Miguel, cuya ubicación exacta se desconoce hoy en día, hallándose en algún lugar del Puerto Menor a juzgar por la escritura que la situa «in portu de Vermelio, in ora maris». La quinta es una referencia indirecta ya que alude a tierras que no pertenecían entonces a Bermeo. Es de 1093: la misma D.ª Tecla concede a San Millán de la Cogolla la anteiglesia de Albóniga en sufragio del alma de su esposo.
Las más antiguas son las de Asoaga, Achoaran o Achoaren y las de Apioca o Apioza que, según Ibargüen, contaba con tres puertas de muy fuerte piedra antes de entrar en la casa y andén o depósito de piedras arrojadizas perteneciente a los Butrón; Ariltza o Areilza; Arteaga; Arescurenaga o Azcuenaga, que fue torre de mucha acción en las luchas de la villa; Ercilla, en pie todavía, solar del autor de «La Araucana». También fueron importantes las torres de Renta o Rentería, la de Ugarte y la de Anitua. Hubo una torre que fue propiedad del linaje de Bermeo.
Fuero y privilegios diversos. Bermeo es en el s. XIII un puerto de gran actividad comercial. Los comerciantes bermeanos trafican con los grandes puertos europeos de Inglaterra, Francia y Flandes. La lana de Castilla y las salazones de pescado tienen un papel importante entre las mercaderías a intercambiar. Al engrandecimiento y prosperidad de Bermeo contribuyeron en gran medida los Señores de Vizcaya mediante la concesión de privilegios y exenciones y especialmente con el fuero dado a comienzos de siglo. El Fuero de Bermeo es a todas luces el mismo que el otorgado a Logroño en 1095 salvo ligeras alteraciones. Fue concedido por D. Lope Díaz de Haro y su mujer D.ª Urraca. No consta su fecha y su texto se conoce por la carta que dio el nieto del señor de Vizc., D. Lope, en 1285 confirmando la primera (texto en H. de V. de Labayru, p. 797-799). He aquí la relación de los principales privilegios concedidos a Bermeo en el s. XIII después de su aforación:

1236. Recibe el título de villa de manos de D. Lope Díaz de Haro y D.ª Urraca. 1269. Lope Díaz de Haro y D.ª Urraca autorizan la supresión de cinco cabañas en Albóniga. Los puertos Mayor y Menor pueden ser cerrados con cadenas. 1277. Los bermeanos no han de pagar portazgos más que en Sevilla, Toledo y Murcia. 1282 D. Sancho, mediante petición de D. Lope Díaz, Señor de Vizc, expidió carta para que a los de Bermeo no se les impidiese hacer salazones en los puertos de Galicia y Asturias. 1285. Privilegio por el que los de Castro, Laredo y Santander no obliguen a los de Bermeo a pagar portazgo. 1289. Privilegio para que tampoco lo hagan los de Vitoria y Orduña. 1296. Privilegio para que no pudieran ser encarcelados por deuda ni por fianza los vecinos de Bermeo ni enagenadas sus mercaderías.
Es la villa de mayor vitalidad mercantil de Bizkaia. La fundación de Bilbao en el año 1300 no acarreó consecuencias para Bermeo hasta finales de siglo, época en la que su florecimiento comienza a hacer sentir un peso cada vez mayor sobre la economía de las villas vecinas. Sin embargo, un primer paso hacia la decadencia viene a darse en 1315, año en que Alfonso XI aprueba la desviación del camino de Orduña a Bermeo a favor de Bilbao. El comercio con Inglaterra sigue su curso aunque el comienzo de la Guerra de los Cien Años había de traer dificultades debido a la piratería, y a la rivalidad de los bermeanos con la gente de Bayona y toda Laburdi. A principios de la guerra las relaciones vasco-inglesas siguieron siendo amistosas; esta amistad se amplió al abarcar también a Bretaña y en especial a la Rochela que en 1372 cae en manos de los franceses. En el último cuarto de siglo la amistad con los ingleses se ve seriamente comprometida por actos de piratería de ambas partes a pesar del tratado de Bayona de 1388. Los principales hechos del siglo son los siguientes:

1301 Diego López de Haro concede el privilegio de celebrar todos los sábados un mercado franco en el lugar del cementerio de la ermita de la Atalaya de Bermeo. 1307 Fernando IV confirma la exención de portazgo excepto en Toledo y Murcia. Los bermeanos tienen libre entrada en Sevilla que había sido conquistada por Fernando III con ayuda de navíos bermeanos y privilegio de pescar y salar el producto en todo lugar dependiente del rey castellano. 1309 D.ª María Díaz de Haro faculta a los habitantes de Bermeo para que oigan en Bayona, junto con los Comisarios castellanos e ingleses, a todo el que se queje sobre robos, muertes y daños. 1313 D. Juan de Haro dicta que no se pueda matar ni deshonrar a ningún vecino sin ser desafiado antes ante las Juntas de Guernica, notificado en la Iglesia Mayor y dado un plazo de nueve días 1334 Se dictamina que los bilbaínos sean emplazados ante los alcaldes de Bermeo. 1334 Alfonso XI intenta apoderarse de Vizc. para lo que asedia el castillo de San Juan de Gaztelugatxe. A los 30 días de asedio se tuvo que retirar. 1344 Bermeo manda a Martín Juan Arrescurrenaga como delegado al puente de Fuenterrabía donde se reune con los comisarios castellanos e ingleses y Juan Núñez de Lara para solventar algunas diferencias con Bayona y Biarritz. 1347. Incendio de la villa. 1351 Un delegado de Bermeo asiste a Londres para firmar un tratado de paz entre Inglaterra y la marina vasca. 1353 De esta fecha datan las Ordenazas de la Cofradía de San Pedro de Bermeo de relevante valor para la navegación. El rey de Inglaterra, Eduardo III, accede a negociar una tregua con los bermeanos en el puerto de Swyne. Se firma un tratado de paz en Fuenterrabía entre Bayona y Biarriz por una parte y Bermeo y otras villas por otra. 1356. El rey Pedro el Cruel perdona a los bermeanos y a D. Tello, Señor de Vizcaya, los de servicios de que había sido objeto. 1393. Marinos de Bermeo toman parte en la exploración de la costa occidental de África; traen a su regreso 160 indígenas con sus respectivos rey y reina. 1358· Se concede a los bermeanos que puedan traer cualquier mantenimiento sin pagar diezmos. Pedro I de Castilla, el Cruel, persigue a su hermano D. Tello, señor de Vizcaya D. Telo huye desde Bermeo en una embarcación ligera. Pedro I, en otra, le persigue hasta la altura de Lekeitio. D. Tello se refugia en Laburdi. 1360. Nuevo incendio de la villa. 1362. Contrato de paz y amistad con Inglaterra. 1367. Enrique II permite a los de Bermeo salar en Galicia y Asturias así como que ninguno de ellos pueda ser prendido y embargado por deudas a los Concejos. 1388. Tratado de Bayona. 1393· Enrique III jura en la iglesia de Santa Eufemia de Bermeo el fuero, privilegios y franquezas de Bermeo y de las demás villas de Bizkaia.
Decadencia de Bermeo (siglo XV). Bermeo inicia una decadencia irremediable. La causa principal es el auge de Bilbao como villa comercial que acarrea como consecuencias el despoblamiento y la fuga de capitales de Bermeo. Otras causas son la guerra de banderizos y el recrudecimiento de la Guerra de los Cien Años con la consiguiente secuela de inseguridad por rutas de mar y tierra. A los tres incendios del siglo anterior se suma el terrible de 1422. La población, que había llegado a agruparse en tres mil fuegos, baja, a fines del s. XV, a quinientos.

1405 El rey de Inglaterra ordena la devolución de tres naves que habían caldo en manos de los corsarios ingleses: el «San Juan» con carga mixta, el «Santa Catalina» con vino y el «San Juan» con ochenta toneladas de hierro. El «San Juan» y el «Santa María» con otros cuatro barcos más de Bermeo son apresados por Harry Pay. 1406 En el testamento que otorgaron Gómez González de Butrón y su mujer doña María Alfonso de Mújica, esta señora entrega al monasterio de San Francisco de Bermeo, entre otras cosas: «un cáliz de plata que cuesta hasta quince corones de oro; cincuenta coronas de oro para un añal de misas por su alma; su parte en la Rueda de Sancho (molino) de Baquio; la mitad de la caseria «Dudayaga», la mitad del ganado vacuno y porcino de dicha caseria»... «que esto aya el dho monasterio para siempre jamás». Y manda digan una misa perpetua por su alma a los frailes de dicho monasterio «que agora son e serán de aquí adelante». 1407-10. El Cabildo de Bermeo seguía disfrutando de la merced que Enrique III les hizo de cuatro mil maravedís por juro de heredad anualmente. Esta merced era en concepto de «los derechos de las alvalaes del fierro que se labran en las ferrerías de Vizc.». Los frailes de Bermeo les traspasaban otros cinco mil anuales por la edificación del convento mandado edificar por D. Tello, para que se consintiera «que se fundase e fiziese e fuesse hecho en la dicha villar». 1407 Doña Catalina de Lancaster, regente, jura los privilegios de Bermeo. 1422 Nuevo y voraz incendio de la villa. 1425 D. Juan II manda que se aplique al Cabildo Eclesiástico de Bermeo en calidad de donativo la cantidad de dos mil maravedís que disfrutaban el guardián y frailes de San Francisco. 1427. Luchan en Bermeo los banderizos Fortun Sánchez de Olavarrieta y Juan Ortiz de Arescurenaga. Los dos linajes más importantes de la villa hablan sido los Asoaga y los Apioza, dividido el primero más tarde en el de Arilza, Almenduru y Aróstegui. Estas cuatro familias se habían distribuido el municipio. La familia de Butrón acudió en ayuda de los Arescurenaga y la de Arteaga en ayuda de los Olavarrieta. El corregidor Juan Martínez de Burgos fue herido por los Arescurenaga y muerto más tarde en la junta de Arbildo. 1441 Por súplica del procurador de la villa, Pero Ibáñez de Meauri, D. Juan II confirmó los fueros y libertades de Bermeo. En esta confirmación incluyó una general de los fueros de Vizc. recordando su parentesco con D. Diego López de Haro, séptimo señor de Vizc. (1237-1254). 1443 El San Antonio de Bermeo es asaltado por los piratas ingleses y llevado a Dwelling. 1443. Bula del papa Eugenio IV para que se observe la paz establecida entre los religiosos de San Francisco y los clérigos del Cabildo eclesiástico de Santa María, 1445. Confirmación del privilegio de que los maravedis que se cobran en calidad de donativo no se incluyan en el pedido de la villa. (Enrique IV). 1446. Entran en Bermeo los de Abendaño y Arteaga con la ayuda de los Aróstegui. Al día siguiente entran los de Butrón, expulsan a los primeros, incendian y roban. 1447. Es apresado el barco «Juan» de Bermeo por los piratas ingleses. 1449. François Martín de la Rochela apresa el ballenero de Juan Perez de Larrauri que más tarde es devuelto por imposición judicial. 1450. Unos bermeanos roban cerca de la Rochela los barcos de unos mercaderos de Rouen. 1452. Enrique IV ordena que se castigue a algunos marineros de Kinsale por haber apresado una carabela de Bermeo que llevaba hierro, sal y vino. 1457. Enrique IV jura en la iglesia de Santa Eufemia los fueros y libertades de Bermeo. 1470. Para aliviar un tanto la creciente despoblación Enrique IV disminuye en un 50 % el pedido con que Bermeo contribuye a La tesorería del señorío, que era de 90.000 maravedís viejos. 1472. Isabel I anula esta concesión. 1475. Isabel I pide a Bermeo junto con Bilbao y Portugalete que apareje naves para la guerra con Portugal. 1476. Fernando el Católico jura los fueros en Guernica y llega a Bermeo donde confirma el título de «Cabeza de Vizc.» para la villa; este privilegio fue abolido por el Señorío en 1602 «por ser contra el honor y antigüedad del Infanzonazgo» o tierra llana. Este título constaba de antiguo, figurando ya en las Ordenanzas de la Cofradía de San Pedro. 1481. Alfonso de Quintanilla, en nombre de Doña Isabel, señora de Vizc., jura, en la iglesia de Santa Eufemia, guardar y conservar todos los privilegios y mercedes de Bermeo y demás villas del Señorío. Se emitió el juramento ante la hostia consagrada tenida por D. Martín de Arriaga, cura y beneficiado de la villa. Estaban presentes: el corregidor Lope Rodríguez de Logroño, el prestamero Rui Díaz de Artibas, Fortún García de Arteaga, preboste de Bermeo, Martín Ibáñez de Ibieta y Juan Iñiguez de Aróstegui, alcalde ordinario de la villa; y los procuradores de la villa de Bilbao. Había representantes de Bérriz, Durango, Lequeitío, Orduña, Valmaseda, Ondárroa, Plencia, Portugalete, Munguía, Larrebezúa, Guernica, Rigoitia, Marquina, Ermua, Elorrio, Guerricaiz, Miravalles y Villaro. Asistía también el procurador general de las villas y ciudad del señorío Juan Pérez de Arnabi. Actuaron en este juramento y su escritura Luis del Castillo, escribano de la Cámara real, Martín Ochoa de Urista, escribano de igual clase y Fernando Albar, secretario de su alteza. Este día 7 de abril de 1481, con motivo del juramento emitido en la iglesia juradera de Santa Eufemia hubo regocijos y fiestas públicas. 1483. Estancia de Isabel I en Bermeo y visita a Izaro. 1488. Los Reyes Católicos disponen que no se exija a la villa contribución mayor que la correspondiente a las fogueras y vecinos que tuviere. 1489. Isabel I confirma el privilegio que ningún vecino de Bermeo ni extranjero pueda ser prendido ni enagenadas sus mercancías salvo en caso de deudas propias o por fianza.
1493· Alonso de Quintanilla, amigo de Colón, el doctor Villalón, y los vizcaínos Pedro de Arbolancha e Iñigo de Artieta fueron los organizadores de la escuadra expedicionaria de Vizc. para la prosecución de los descubrimientos de Colón. Los dos primeros serán comisionados por los Reyes Católicos. La primera nave pertrechada se confió a Sancho de Ugarte, pero se le dio otro destino. Se prepararon seis naves, siendo la capitana la de Don Iñigo de Artieta de Lequeitio. El día 12 de julio se revistó la nave que capitaneaba Antonio Pérez de Lercola. El 14 de Julio la capitaneada por Juan Pérez de Loyola. El día 19 la de Martín Pérez de Fagaza. El 22 la de Juan Pérez Amézqueta. Y el mismo día la carabela de Iñigo de Artieta. En este alarde se revistaron trescientos hombres: cien marineros y doscientos hombres de armas, incluyendo en los primeros a los grumetes y en la segunda a los pajes. La nave de Artieta fue fletada con cabida de mil toneles, aunque medía más. La de Martín Pérez de Fagaza con cuatrocientos cinco; la de Antonio Pérez de Lerzola doscientos cinco; la de Loyola doscientos veinte y la de Amézqueta cien. Por fletes para seis meses se pagaron setecientos veinte mil maravedís por la primera, doscientos noventa y un mil seiscientos por la segunda, ciento cuarenta y siete mil seiscientos por la tercera, ciento cincuenta y ocho mil cuatrocientos por la cuarta, y setenta y dos mil a la quinta. La dotación de la caravela de Artieta, en mantenimiento de seis meses importó 756.000 maravedís; la de Fugaza 432.000; la de Lerzola 270.000 la de Loyola 270.000 y la de Amézqueta 141.200. Esta escuadra, en vez de tomar rumbo a América como se pensaba, fue destinada para transportar al rey Boabdil de Granada a Africa al caer esta ciudad en manos de los Reyes Católicos
Para paliar la decadencia de la villa, el Concejo de Gernika proyecta (1494) la canalización de la ría de Gernika de modo que se acortaran sus rodeos y las naves pudieran llegar hasta la misma Gernika. Se autoriza a la villa para que imponga «por sisa veinte maravedís en pipa de vino cargado en el mar y de dos y media de fanega en toneladas de trigo» para llevar a cabo las obras de un nuevo muelle. El vecino de Bermeo Martín de Arteaga participa con la conducción de una escuadra para las bodas de Juana y el archiduque Felipe (1496). Domingo Ibáñez de Marcheaga solicitaba (1500) facultad «para alguna imposición, pero sin perjuicio de los vecinos» para terminar el muelle que se estaba construyendo. El 9 de septiembre se mandó una provisión real desde Granada al corregidor de Bizkaia, Cristóbal Alvarez de Cueto. Se le comisionaba para informar, si por la naturaleza brava de la costa de Bermeo, era precisa la construcción del muelle para carga y descarga que había empezado la justicia y el concejo de Bermeo.
En 1504 estalla un nuevo y desastroso incendio de la villa; Bermeo queda casi completamente despoblada. Salen ilesas la Iglesia de Santa Eufemia y la casa solar de Ercilla. Se queman el archivo parroquial y el municipal. En 1509 se organiza una escuadra para la conquista de Orán. Bermeo tiene 430 fogueras (1514). Los principales hechos y acontecimientos son:

1517. Bizkaia suministra naves para la Cruzada del Papa León X contra Selin I; parte de ellas son fabricadas en Bermeo. 1518. Expedición de Magallanes y Elcano: participan varios bermeanos entre ellos el contramaestre Juan de Acurio. 1546. Carlos V confirma la prerrogativa que tenía Bermeo de que ninguno de sus vecinos pudiere ser prendido ni sus mercaderías enagenadas si no fuera por deuda o por fianza. En el mismo caso se hallan los extranjeros que estuvieran en el término municipal de la villa. 1547. El 6 de diciembre de 1547 se firmó una concordia entre Bermeo, de una parte, y Elanchove e Ibarranguelua de otra para solucionar el conflicto ocasionado por una ballena pescada por los últimos y reclamada por Bermeo. 1565. El marinero bermeano Juan de Camus que toma parte en la expedición de Legazpi a Filipinas encuentra la imagen del Santo Niño del Cebú, origen de una difundida devoción en las islas. 1596. Aparece ante Bermeo Francis Drake con catorce naves de corsarios. Es asaltada la isla de Izaro e incendiado el convento de franciscanos. Los corsarios saquean el recinto y mutilan las imágenes. Luego suben a San Juan de Gaztelugatxe, saquean la iglesia y despeñan al ermitaño. 1614. Es enviado el Juez Mayor de Bizkaia a Bermeo para que investigue sobre los límites y la jurisdicción de la villa ya que la ejercía esta última sobre Arrieta, Meñaca, Busturia, Pedernales y Murueta.

En 1722 tiene lugar un nuevo incendio de la villa. Comienza en la casa de Aróstegui propagándose luego el fuego a las casas vecinas de las cuales arden completamente cuarenta y dos. Desaparecen veintiun sacos de privilegios de los archivos municipales. A finales del siglo XVIII (1795) son colocadas varias baterías en Tompon Nagusi con objeto de defender la bahía contra piratas y corsarios. El puerto es dotado también con tres de ellas. Dieciséis marinos de Bermeo toman parte en la batalla de Trafalgar (1805). Durante las guerras napoleónicas es incendiado (1812) el convento de San Francisco de Extramuros por las tropas inglesas. En agosto de 1834, es decir, durante la primera guerra carlista, Bermeo es atacado por los carlistas, que no consiguen apoderarse del pueblo por la resistencia tenaz de la población.

El día 13 de agosto de 1912, a media hora de la mañana, se desencadenó la terrible galerna de Bermeo. Perecen en ella 17; pescadores, 112 de Bermeo y 61 de Ondarroa y otros pueblos de la costa vasca. El día 16 se celebran los funerales en la parroquia de Santa María a los que asistieron el Pro-Nuncio de S. S., cardenal Vico, cardenal Almaraz y siete obispos.



Tras la ocupación de la derruida Gernika, la Brigada mixta «Flechas Negras», compuesta en su mayoría por italianos, dirigió su avance por la carretera hacia Bermeo. Las fuerzas gubernamentales vascas no daban señales de vida por lo que el avance resultó fácil. Se ocuparon las poblaciones sin ninguna resistencia y se colocaron guarniciones en las alturas de Kastilutxo y Vista Alegre. Al anochecer del 30 de abril de 1937 los italianos del general Piazzoni entraban despreocupadamente en Bermeo. Inmediatamente avanzadillas de reconocimiento fueron enviadas hacia Matxitxako y el monte Truende, sin entablar contacto con las fuerzas vascas. Pronto pudo darse cuenta Piazzoni de que había caído en una peligrosa trampa. Sus posiciones eran sumamente débiles mientras el Sollube estuviera en poder de los batallones vascos que con cierta facilidad podían cortar la carretera de Guernica dejando a los ocupantes de Bermeo incomunicados. Efectivamente, el 1 de mayo comenzó el contraataque vasco. Desde el Truende ataca el 8.° Batallón U.G.T. rechazando a los nacionales hasta los limites del casco urbano de Bermeo. Otro batallón vasco avanza sobre la carretera de Mundaka cortando la comunicación con la retaguardia. El día 2 la bolsa de Bermeo es atacada todavía con mayor intensidad por los batallones vascos apoyados por carros y el fuego desde el mar de algunos «bous». Las fuerzas nacionales abandonan Kastilutxo y Vista Alegre. Mundaka es igualmente abandonada y su puente volado por los vascos. Ante esta situación el general Mola dispone la incorporación al frente de la Agrupación Francisci, también italiana. El día 3 de mayo la V Brigada de Navarra refuerza la posición italiana de Axpe-Busturia. Las fuerzas de Franco recuperan Mundaka, Kastilutxo y toman posiciones en Vista Alegre logrando restablecer la comunicación de Bermeo con la retaguardia. Al día siguiente es ocupado el barrio de San Miguel en Bermeo y la Agrupación Francisci avanza hasta Altamira. La situación de las fuerzas italianas en Bermeo se ve así reforzada. La lucha se centrará ahora en el Sollube. Las fuerzas del General Mola consiguieron así, basadas principalmente en una abrumadora supremacía aérea, conjurar una situación muy difícil. Como fue norma en la campaña de Vizcaya, una vez más la aviación había de decidir la victoria. En frase de Steer, «de haber tenido los vascos la más leve ayuda aérea para explotar su victoria, la batalla del I de mayo se hubiera convertido en un segundo Guadalajara, seguido de la rendición masiva de todos los italianos de Bermeo (...). Con este desastre, el ataque a Bilbao se hubiera evitado». En la batalla de Bermeo la Brigada «Flechas Negras» abandonó en manos de los batallones vascos gran cantidad de material. En cuanto al número de bajas las cifras no son seguras. El general Piazzoni dio la cifra de 289 bajas mientras las fuentes republicanas hablaron de 368 muertos entre las fuerzas italo-españolas.