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Eusko Ikaskuntza - Sociedad de Estudios Vascos

Asociación cultural vasca fundada en septiembre de 1918 en el transcurso del I Congreso de Estudios Vascos celebrado en Oñati (Gipuzkoa) bajo el patrocinio de las Diputaciones de Álava, Gipuzkoa, Navarra y Bizkaia. Desarrolló sus actividades hasta el estallido de la guerra en julio de 1936, reanudándolas en septiembre de 1978. Se define en este Congreso como "una entidad que, constituida por todos los amantes de la tierra vasca, diese permanencia a la labor del Congreso y perdurase como unificadora y directriz del renacimiento de nuestra cultura". Adopta como emblema un roble y como lema "Asmoz ta Jakitez" (Por el Pensamiento y el Saber).

Eusko Ikaskuntza es en la actualidad un punto de encuentro cuyo objetivo es dar respuestas globales e integradoras a los retos sociales de Euskal Herria. Para ello,  diseña los escenarios y estrategias de futuro y ofrece una visión general, con mirada de largo plazo para el desarrollo de País, en pos de las necesidades sociales y de las políticas públicas.

I Congreso de Estudios Vascos y fundación

A la conclusión de la I Guerra Mundial en 1918 con la derrota de los imperios centrales y la consiguiente reconfiguración del mapa continental, la realidad política, étnica y cultural de las minorías nacionales europeas se abrió paso en la agenda internacional. En el caso vasco, al problema político −que tuvo un primer aldabonazo en el Mensaje de las Diputaciones de finales de 1917 demandando al Gobierno del reino la reintegración foral o una redistribución de las competencias en el marco de los derechos históricos−, se añadía el aceleramiento histórico producido por la industrialización que, al tiempo que generaba desarrollo material y económico, dejaba en evidencia las graves carencias del país en cuanto a infraestructuras sociales, educativas y culturales. Significativamente, era esta la única de entre todas las regiones del Estado que no poseía universidad pública ni instituciones oficiales que velasen por su lengua e identidad.

La crisis del régimen surgido tras la última Guerra Carlista, en un contexto de toma de conciencia por parte de amplios sectores frente a los problemas antes señalados, crearon las condiciones para la convocatoria de un Congreso de Estudios Vascos por parte de las Diputaciones de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra. A la cita de Oñati de septiembre de 1918 fueron llamados cuantos sintieran inquietud por “la restauración de la personalidad del País y por la intensificación de la cultura como condición indispensable para la consecución de aquel fin”.

La principal realización del Congreso será Eusko Ikaskuntza, la Sociedad de Estudios Vascos, constituida en Donostia-San Sebastián el 22 de diciembre de ese mismo año. Por primera vez en la historia vasca se ensayará una simbiosis entre hombres y mujeres de todos los territorios, clases sociales y niveles de formación, de ideologías e intereses intelectuales plurales, en torno al estudio, defensa y promoción del patrimonio cultural y a la restitución de la identidad histórica. Sobre estos fundamentos, Eusko Ikaskuntza logrará movilizar el conocimiento y, al mismo tiempo, irá dando forma y concreción a las aspiraciones del país en dos ámbitos prioritarios: la Universidad y la autonomía política. Aspecto no menos destacable será la convalidación internacional de los estudios vascos en sus más variados enfoques y disciplinas, siguiendo la estela abierta en 1907 por la Revista Internacional de los Estudios Vascos de Julio de Urquijo, la RIEV.

Primera etapa, 1918-1936

Desde su fundacion en 1918 y hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936, la Sociedad organizó congresos y asambleas en torno a cuestiones económico-sociales, sobre administración municipal, ciencias, historia o artes, entre otros asuntos. La enseñanza y sus diferentes problemas estuvo presente en varios Congresos de Estudios Vascos. Una de sus principales banderas fue la autonomía educativa, manifestada en la reivindicación del bilingüismo oficial y en la incorporación de la lengua vasca al sistema docente desde los primeros niveles a la enseñanza superior. Eusko Ikaskuntza puso la semilla para una futura red nacional de ikastolas, contribuyó a la formación del profesorado vernáculo y editó los primeros manuales escolares en euskera.

Junto a esto, la entidad presidida por Julián Elorza lideró las gestiones en favor de la tan deseada Universidad Vasca y, en su espera, llenó ese vacío promoviendo la investigación, la formación y la divulgación por diversos medios: por una parte, a través de sus secciones científicas; por otra, convocando Cursos de Verano cada año desde 1927 (coetáneos, por tanto, de los de la Universidad de Zaragoza, decanos en España). Asimismo, en 1932 auspició la fundación del Centro de Estudios Científicos de San Sebastián como plataforma para una futura facultad de Ciencias, cuya vida se prolongaría hasta la posguerra.

En 1919 apadrinaría el nacimiento de Euskaltzaindia − Academia de la Lengua Vasca, a la que como entidad filial acompañó y financió hasta su plena consolidación.

A la proclamación de la Segunda República, Eusko Ikaskuntza implicó a lo más granado del país en la exploración de unas bases comunes para la vertebración jurídico-política de los territorios. Ello cristalizó en el Estatuto de Autonomía Vasco-Navarro de 1931, proyecto conocido históricamente como el Estatuto de Estudios Vascos.

La carencia de una Historia General homologable con las exigencias teóricas y metodológicas del momento aparece como otra de las preocupaciones de la Sociedad. En 1932 se encomendó su redacción a Bonifacio de Echegaray, quien no llegó a concluirla. Las carencias en materia de fuentes, documentación y archivo, se intentaron paliar con la concesión de becas para informes y vaciados, catalogación y exploración. A esta misma necesidad respondía también la creación de una primera Biblioteca Vasca ubicada en el palacio de la Diputación guipuzcoana.

Un hito en este esfuerzo sostenido a lo largo de las dos décadas prometía ser el VII Congreso monográficamente dedicado a los Estudios Históricos. Previsto para el verano de 1936, el golpe de Estado de julio no solo lo frustró sino que desembocó en la proscripción de las actividades de Eusko Ikaskuntza en territorio peninsular durante cuarenta años.

Señalemos también la condición pionera de Eusko Ikaskuntza en la incorporación de la mujer a la vida cultural y científica vasca, bien que durante toda la primera época el acceso a los órganos directivos se restringía a los varones.

Reconstitución y nuevo ciclo

Pese a hallarse oficialmente suspendida y sin estructura organizativa, las gentes de Eusko Ikaskuntza aún logrararían celebrar en Iparralde dos Congresos de Estudios Vascos (Biarritz, 1948; Bayona/Ustaritz, 1952), que favorecieron el reencuentro de la intelectualidad en el exilio y de una pequeña parte de la del interior para tomar el pulso a la realidad social y cultural en el mediodía del siglo XX.

Tras el largo invierno de la dictadura, en septiembre de 1978 Eusko Ikaskuntza reemergía con su legitimidad histórica intacta, de la que eran depositarios los últimos supervivientes de la Junta Permanente de preguerra bajo el liderazgo de José Miguel de Barandiaran, elegido como presidente. Habían pasado cuatro décadas y el contexto había cambiado profundamente. El país poseía ya un sistema universitario: las dos universidades confesionales, la UNED con sus tres centros asociados, y la Universidad Pública Vasca en proceso de constitución. A ello había que sumar que durante la dictadura habían surgido asociaciones expertas para llenar el vacío dejado por Eusko Ikaskuntza: por ejemplo, la Institución Príncipe de Viana, creada en Navarra en 1940, o la reconstituida Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, de cuyo seno nació la Sociedad de Ciencias Aranzadi en 1947. A más de esto, las jóvenes Administraciones democráticas (Gobiernos autónomos, Diputaciones forales, ayuntamientos…) empezaban a asumir muchas de las funciones y tareas que anteriormente se articulaban desde la sociedad civil organizada.

Con todo, los estudios vascos disponían de unas bases mucho más sólidas que cuando Eusko Ikaskuntza se afanaba por hacer de todo en un país que prácticamente no tenía de nada. Iniciaría entonces una larga cadena de procesos de reflexión que, sucediéndose con cada ciclo presidencial, dan prueba del dinamismo y de la capacidad autocrítica de una institución que reivindica su esencial posición desde la utilidad pública que tiene acreditada. Posición que se sustenta en dos singularidades. Una, su implantación territorial: junto con Euskaltzaindia, es la única entidad de estudio oficialmente reconocida en todo el ámbito de Vasconia-Euskal Herria y con interlocución con sus Administraciones tanto peninsulares como continentales. La segunda cualidad es su excepcional naturaleza aglutinadora de personas de todas las sensibilidades, ideologías y territorios unidas por un compromiso compartido con la ciencia y la cultura, con la innovación social y el progreso colectivo.

Pluridisciplinariedad, implantación territorial, capacidad catalizadora, visión integradora, metodología participativa… Eusko Ikaskuntza se iría conformando desde finales del siglo XX como laboratorio de una sociedad civil que se agrupa para estudiar y divulgar, formarse y trabajar en la elaboración de respuestas sociales en los más variados ámbitos, haciendo que lo necesario se abra paso entre lo urgente y lo importante.

Presidencias, 1991-2021

A partir de la reforma de los estatutos operada en los años noventa, la institución adoptó una estructura presidencialista. De ahí que en esta síntesis deban mencionarse quienes, por elección asamblearia, han ocupado la máxima responsabilidad en cada ciclo.

Presidencia de Gregorio Monreal, 1992-1996: Tras el fallecimiento de José Miguel de Barandiaran, el exRector de la UPV/EHU Gregorio Monreal tomó las riendas de la Sociedad con el compromiso de promover reformas para su actualización. Ello se tradujo en la renovación de medios y de procedimientos, ampliación de su base societaria y de alianzas. La nueva orientación estratégica implicó romper con muchas de las inercias con que se venía funcionando desde 1918. En los últimos días de 1992 se constituyó Eusko Ikaskuntza-Société d’Études Basques de Iparralde.

Presidencia de Juan José Goiriena de Gandarias, 1997-2002: En este periodo Eusko Ikaskuntza despuntó como pionera en la generación de contenidos sobre ciencia y cultura vascas en Red. A través de la digitalización y actualización de la Enciclopedia Auñamendi-Fondo Estornés, la creación de la primera gran biblioteca vasca online, los programas educativos por internet o la edición a partir de 1998 de la revista Euskonews, se fue poniendo a disposición de investigadores, estudiantes e internautas un extraordinario volumen de información con valor patrimonial, histórico y social. Al mismo tiempo, los convenios con ayuntamientos permitieron a Eusko Ikaskuntza extender su red de actividades por todo el mapa vasco.

Presidencia de Xabier Retegui, 2003-2008: Durante el sexenio de Xabier Retegui y su equipo, en una coyuntura económica favorable, la Sociedad desplegará un nivel de actividad sin precedentes sirviéndose de los más variados medios y soportes. Con la creación de las Fundaciones Asmoz y Euskomedia se dotó de sendos instrumentos para canalizar la labor de educación y de difusión a través de las plataformas digitales. Una actividad en muchas direcciones que se complementó con ejercicios de reflexión sobre el modelo de entidad que debería constituir Eusko Ikaskuntza a comienzos del siglo XXI para seguir sirviendo con provecho al progreso social y cultural.

Presidencia de José María Muñoa, 2009-2012: Como consecuencia de la grave crisis económica internacional, el equipo directivo elegido a finales de 2008, con José María Muñoa como presidente, hubo de hacer frente a la coyuntura más difícil desde que iniciara su segunda etapa en 1978.

Presidencia de Iñaki Dorronsoro, 2012-2020: Con un mandato claro para acometer la reorientación estratégica y la renovación de las bases organizativas, en 2012 el séptimo presidente puso en marcha una etapa de debate interno, de diálogo con los agentes sociales y de replanteamiento general de la misión y objetivos. Se trataba de ubicar a Eusko Ikaskuntza, con su bagaje histórico, sus singularidades y sus potencialidades, en el ecosistema de instituciones dedicadas al conocimiento, adaptándola a las realidades locales y globales. A finales de 2013, la Asamblea General aprobó la más ambiciosa transformación operada por Eusko Ikaskuntza en su larga historia.

Conforme al nuevo modelo y estructura básica de funcionamiento, la Sociedad focalizó su acción en cinco áreas de trabajo e investigación multidisciplinares: Imaginar el futuro; Realidad socio-cultural; El euskera y su futuro; Estructura socio-política; Modelos socioeconómicos.

En el marco de las celebraciones del centenario, en 2018, tuvo lugar el XVIII Congreso de Estudios Vascos, foro que se nutrió con los diagnósticos y proposiciones en cada una de las mencionadas áreas elaborados en un trabajo conjunto por profesionales y expertos, sociedad civil, agentes sociales, políticos y económicos, instituciones públicas, etc. Las realidades y retos de la Vasconia del siglo XXI, así como las concretas vías de investigación y debate que puedan ahondar en sus respuestas, quedaron recogidas en el denominado Libro Blanco.

Presidencia de Ana Urkiza, desde 2020: Primera mujer en acceder a la presidencia de la ya centenaria institución, Ana Urkiza fijó como prioridad de su mandato situar a Eusko Ikaskuntza como referente para el desarrollo de una estrategia de país que implique a la sociedad y a las instituciones de Euskal Herria. Partiendo de un análisis exhaustivo de la entidad, y con el importante bagaje del Libro Blanco aprobado por el XVIII Congreso, se trazaron cuatro líneas estratégicas a corto y medio plazo:

. Definición y elaboración de una agenda de trabajo propia

. Ejecución de proyectos de alto nivel

. Ampliación de la red de relaciones a través de alianzas estratégicas tanto en Euskal Herria como de cara a Europa

. Fortalecimiento de la territorialidad vasca extendiendo la visión de país y la elaboración de una agenda unificada a todos los territorios

El programa presidencial contemplaba además iniciativas transversales como: impulsar la participación y la aportación de socios y socias, y en especial de la juventud; implementar una estrategia de posicionamiento de la entidad; reforzar el modelo de gobernanza interna; y estabilizar y ampliar las fuentes de financiación.

Balance de un siglo largo

Desde hace más de un siglo, Eusko Ikaskuntza anticipa análisis sociales y culturales; promueve reflexiones y propuestas innovadoras; difunde el saber; atiende a carencias tanto en los territorios como a nivel local; genera debate; estimula la creatividad...

Eusko Ikaskuntza da cauce y sustancia a las inquietudes que motivaron su fundación en 1918 en el contexto de la realidad actual. Por un lado, promocionando la investigación y la cultura para inscribir lo propio en la Universalidad Humanística. Por otro lado, abordando con visión prospectiva algunos de los principales desafíos para el progreso de las comunidades vascas.

Es así como desde el ámbito que le es propio −el pensamiento, la investigación y el debate abierto entre la “academia” y la sociedad civil en un bucle de mutua realimentación que moviliza el conocimiento−, contribuye a la transformación creativa de la sociedad y al desarrollo íntegro de las potencialidades del mundo vasco en las coordenadas de la civilización del siglo XXI.

Bibliografía

  • Diccionario biográfico de Eusko Ikaskuntza (1918-1998). Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1998.
  • El esfuerzo de tres épocas. Centenario de la RIEV 1907-2007. (RIEV. Cuadernos, 1). Donostia: Eusko Ikaskuntza, 2007.
  • Estornés Zubizarreta, Idoia. La Sociedad de Estudios Vascos. Aportación de Eusko Ikaskuntza a la Cultura Vasca. [San Sebastián]: Eusko Ikaskuntza, 1983.
  • Estornés Zubizarreta, Idoia. La construcción de una nacionalidad vasca: el autonomismo de Eusko Ikaskuntza (1918-1931). (Vasconia. Cuadernos de Historia-Geografía, 14) Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1990.
  • Eusko Ikaskuntza: pasado, presente y futuro. Donostia-San Sebastián: Eusko Ikaskuntza, 1993.
  • Euskaldunon Mendea, 1918-2018: Eusko Ikaskuntza 100 urte = El Siglo Vasco. 100 años de Eusko Ikaskuntza = Le Siècle Basque. 100 ans d’Eusko Ikaskuntza. Donostia: Eusko Ikaskuntza, 2018.
  • Eusko Ikaskuntza. 75 aniversario de la Sociedad de Estudios Vascos. Discursos del acto académico. Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1994.
  • Eusko Ikaskuntza. Una institución científica. Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1998.

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