Concept

Danzas de San Lorenzo de Pamplona

Nos encontramos ante una danza nueva y exitosa. Basada en elementos de danza tradicional vasca, está pensada tanto para el público contemporáneo como para un determinado tipo de danzante, y probablemente en ello resida su éxito. Como ha contado Joxemiel Bibador (1999), la idea de hacer una danza nueva surgió en el grupo de dantzaris Iruña Taldea con el fin de celebrar su 25º aniversario. La sede de ese grupo está en la calle San Lorenzo, y ésa es la causa de su relación con la fiesta que esa calle celebra el 10 de agosto. Con el tiempo, dantzaris y sobre todo antiguos dantzaris de otros grupos entraron en el grupo, creando una cofradía independiente, que cuenta con su propia web. Este grupo ha realizado también numerosas actuaciones fuera de ese día en muy diversos lugares y ocasiones.

Los referentes para crear estos bailes fueron los grupos de danzas que aparecían -sobre todo para Sanfermines- en la documentación de los siglos XVI al XVIII, a menudo formados por ocho danzantes y un peculiar personaje, que con ropa ajedrezada y una verga en la mano recibía los nombres de bobo, gracioso, y otros. Las músicas se basaron en el repertorio de gaita, aunque a día de hoy se acompañan muchas veces también con otros instrumentos (bonbardino, clarinete, trompeta, trombón...), y tiene el indudable toque militar que se destacaba en la época de su creación.

El vestuario se basa en los colores más utilizados en la tradición, el blanco y el rojo, con la falda habitual en las ezpata-dantzak, cascabeles en las piernas y un peculiar sombrero, que se parece mucho al que utilizaba el ejército español en Cuba. Si a eso unimos la profusa utilización de bisutería entenderemos la peculiar sensación que dan los danzantes, muy poco habitual entre los dantzaris vascos, y que se parece más a la imagen de los piratas del siglo XVII.