Concept

Bilingüismo

Las políticas lingüísticas respecto a una lengua están muy vinculadas al status jurídico, por lo que en el caso del euskera son varias. Los esfuerzos de planificación lingüística destinados a invertir el cambio lingüístico en Euskal Herria han sido continuos en la C.A.P.V., han sido menos sistemáticos en la C. F. Navarra y aun menores en el País Vasco Norte, donde el Estado francés mantiene una política nacional de monolingüismo francés. (Bourish, 2003: 1).

A partir de la segunda mitad del s. XX se da una movilización social importante en favor del euskera, en la C.A.P.V. y la C.F. de Navarra. Esa dinámica social contó con un notable impulso institucional, en la C.A.P.V., a partir de la Ley de Normalización de la Lengua Vasca (10/1982). El alcance de la movilización institucional y civil a favor de la normalización del euskera ha sido muy notable comparado con lo que se hacía en el resto del mundo en términos de planificación y revitalización lingüística (Fishman, 1991; 2001) La expansión funcional e incluso geográfica del euskera durante los últimos años no tiene precedentes en la historia vasca, y seguramente no tiene parangón entre los pueblos pequeños y sus asediadas lenguas. (Bourish, 2003: 2).

La valoración referente a la política lingüística seguida en la C.F. de Navarra a partir de la Ley del Vascuence (18/1986), ofrece luces y sombras, destacando la precariedad de las condiciones existentes para la pervivencia de esa lengua. Es evidente que se requiere un mayor esfuerzo de normalización, ya que desde el punto de vista demográfico, geográfico y funcional, el castellano tiene un estatus y un apoyo institucional en Navarra muy superior al euskera. Aunque el conocimiento del euskera se ha incrementado en la zona euskaldun desde la entrada en vigor de una legislación favorable a la euskaldunización, no es suficiente, y sin un mayor apoyo institucional al euskera en la zona euskaldun y en las demás, el uso y transmisión del euskera seguirán estando en peligro. (Bourish, 2003: 3-4).

La situación en el País Vasco Norte es muy distinta como resultado de dos siglos de políticas a favor de la supremacía del francés como única lengua de la República, en detrimento de las lenguas regionales. A pesar del interés que sectores sociales muestran por la recuperación del euskera, el papel del ciudadano es insuficiente para impulsar la recuperación de la lengua vasca. Las perspectivas de invertir el proceso de retroceso del euskera parecen remotas sin el importante control institucional necesario para implantar un plan de forma inmediata en Iparralde. (Bourish, 2003: 4) Durante el último cuarto del s. XX, todo tipo de asociaciones -sobre todo de iniciativa privada? en favor del euskera ha crecido de forma extraordinaria. En el año 2000 se da un intento de planificación en apoyo del euskera desde los poderes públicos del Estado francés (Legarra; Baxok, 2005: 34-35), que no se consolidó. En diciembre de 2004 se constituyó "Office Publique de la Langue Basque-Euskararen Erakunde Publikoa", compuesta por representantes del Estado, la Región, el Departamento, el Sindicato Cultural y el Consejo de Electos. Entre sus cometidos se incluye la elaboración de una política lingüística integral del euskera para el periodo 2006-2010, lo que supone un cambio importante en la postura oficial respecto a dicha lengua.