Concept

Bilingüismo

Para entender el fenómeno del bilingüismo hay que partir de la consideración social de la lengua y, desde este punto de vista, han aparecido dos tipos de trabajos entorno a la misma: a) acerca de la propia lengua; b) sobre las relaciones de ésta con su entorno (hablantes, sociedad, política, sicología, etc.). (Euskaltzaindia, 1978: 617-618).

Desde un punto de vista científico, la aplicación a Euskal Herria o Vasconia del concepto de bilingüismo lleva a considerar una amplia gama de situaciones, tanto en la acepción individual del concepto como en la social. A ello contribuye el estado científico de la cuestión, caracterizado por: la existencia de enfoques diversos no coordinados entre sí, la terminología discrepante e imprecisa, la abundancia de tipologías y taxonomías irreconciliables entre sí, etc. La discrepancia alcanza a la propia definición de bilingüismo, ya que existen autores que consideran inadecuada su aplicación social, restringiendo su uso al de característica individual. (Sánchez Carrión "Txepetx", 1981: 15-16) Así, el bilingüismo sería algo inherente al individuo y a su comportamiento, pudiendo aparecer las dos lenguas al mismo nivel de poder, status, prestigio y funciones; la diglosia correspondería a una forma de organización lingüística de nivel sociocultural, sin posibilidad para que se dé tal igualdad (Euskaltzaindia, 1978: 620), o en la que difícilmente tendrán las dos (lenguas en contacto) el mismo rango (Michelena, 1985: 195). Sin embargo, otros autores sí consideran que hay un bilingüismo social, tanto como un bilingüismo individual (hay también factores individuales del bilingüismo social, y factores sociales del bilingüismo individual, puesto que ambos planos están imbricados) (Sánchez Carrión "Txepetx", 1981: 20), y consideran necesario tenerlo en cuenta para poder estudiar el bilingüismo en el individuo (Etxebarria, 1995: 99). Dado que en las situaciones de lenguas en contacto una de ellas siempre tiende a expandirse y suplantar a la otra en las funciones sociales, la aceptación de un bilingüismo social quizás haya de estar enmarcada en ciertos límites, ya que normalmente no puede haber equilibrio en el uso social de ambas lenguas. El bilingüismo es una realidad provisional y cambiante; es imposible que se den bilingüismos permanentes y estables en un entorno social para una misma función. (Mujika, 1980: 333).