Caso similar al del estanco de la sal. Ahora también es una real disposición la que origina los tumultos de Bilbao y otras villas del País Vasco. Se ordena en ellas que las aduanas de Orduña, Vitoria y Valmaseda se trasladen a Bilbao, San Sebastián e Irún. El agravio consistía en que atentaba a la constitución foral del Señorío, al comprenderlo en universales reglamentaciones. El Señorío hizo una representación ante el monarca pero la real disposición se llevó a cabo. Los vizcainos de las anteiglesias cercanas a Bilbao entraron en la villa culpando a los del Gobierno del Señorío y de Bilbao que aflojarían en la defensa del Señorío por los cuantiosos intereses que poseían. En agosto de 1718 fue muerto en Bilbao uno de los recaudadores, en Bermeo incendiaron el barco en que cumplía su oficio un guarda de la nueva aduana y en Algorta sucedió lo mismo que en la Villa. El día 4 de septiembre estallaron los tumultos de los vizcainos congregados en Bilbao. Intentaron que el Corregidor les firmase un Decreto anulando el traslado de las aduanas. En el tumulto mataron al diputado general Enrique de Arana y a un abogado que le acompañaba. Se saquearon muchas casas de gente influyente y corrieron serio peligro varios conventos en que se habían refugiado algunos de ellos. Hubo incendios en Abando y Begoña donde quemaron la casa solar de Leguizamón. El día 6 ya se habían organizado gentes armadas en Bilbao contra los amotinados. En noviembre entraba el mariscal Blas de Loya y tomaba militarmente la villa. Un real decreto de 16 de diciembre de 1722 devolvía las aduanas a su primitivo asiento. El 22 de diciembre una real provisión concedía un indulto general. En 1726 se hacía además una transacción para indemnizar a los perjudicados por la matxinada.