Esta región pirenaica fue durante la invasión musulmana un refugio seguro para los cristianos de toda la cuenca del Cinca. Pamplona, cuyo primer rey bigorriano traía la tradición de la Vasconia oriental, dio cima a la obra de liberación conquistando y organizando la tierra del legendario reino de Sobrarbe. Según recoge la Crónica de San Juan de la Peña, fue el rey de Pamplona Sancho Garcés I (905-925) el que, habiendo ocupado todas las montañas de Aragón y de Sobrarbe, se hizo construir allí muchos castillos y fortalezas para reprimir a los sarracenos (cfr. Crónica de San Juan de la Peña. Versión latina e índices preparados por Antonio Ubieto Arteta, Valencia 1961 , pp. 39-40). La frontera pamplonesa, que corría por las sierras meridionales del condado de Aragón, se enlaza ahora por debajo de Sobrarbe empujando a los musulmanes hacia el Ebro. Según esta Crónica el rey de Pamplona Sancho el Mayor (1004-1035) hubo de sujetar a su dominio al conde de Sobrarbe, convirtiéndolo en vasallo. Es durante este reinado cuando aparece la controvertida moneda navarra que ostenta por primera vez el árbol de Sobrarbe, árbol que hemos de ver en las acuñaciones navarras hasta el reinado de Sancho el Sabio. En la división del reino entre sus hijos, que llevó a cabo Sancho el Mayor, rey de Pamplona (1004-1035), a Gonzalo, tercero de sus hijos, le correspondió -según la Crónica Pinatense- «todo el Sobrarbe, y de Trencedo hasta Matidero, y Loarre y San Emeterio, con todas sus villas y pertenencias». Muerto a tradición -según la Crónica Pinatense- en el puente de Monclús (en el partido de Boltaña, de la provincia de Huesca) por un caballero suyo llamado Ramonat de Vasconia y no dejando sucesión, Gonzalo, el hijo tercero de Sancho el Mayor de Navarra y uno de los que participaron de la división del reino hecha tras la muerte de éste. vino a tener sucesor en la persona de su hermanastro Ramiro, que unió de esta forma al condado de Aragón el reino de Sobrarbe y Ribagorza. Sobrarbe, que podríamos considerar desvinculado del reino de Navarra desde el momento que Ramiro I de Aragón vino a suceder a su hermanastro Gonzalo como rey de aquellas partes, viene a girar nuevamente en torno del reino navarro desde que Sancho Ramírez, rey de Aragón desde el año 1063, toma las riendas de Navarra a raíz de la muerte alevosa de Sancho IV, el de Peñalén, en el año 1076. La muerte del Batallador (1134) da fin a la vinculación. En 1124 don Alfonso el Batallador concedió el fuero de Sobrarbe a los pobladores de Tudela, Cercera y Gallipienzo, codificación que se extiende a toda la merindad. Marichalar y Manrique citan en su conocida obra una copia manuscrita del Fuero de Tudela existente en el Archivo de la ciudad como concedido en la era 1160, correspondiente al año 1122, que Lacarra corrige por 1124. Existe una copia manuscrita en la Real Academia de la Historia de la que se han hecho varias más, una de las cuales figura en la Biblioteca de Yanguas y Miranda. otra en el Archivo Municipal y otra en la biblioteca particular de Luis María Marín de Tudela. El fuero de Tudela, adaptación del de Sobrarbe, se compone de 336 artículos.