Escultora donostiarra nacida en 1960. Expuso bajo el título Las manos quietas, compréndelo, en San Sebastián en julio del año 1985 en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal. Deia comentó (Sáenz de Gorbea) lo siguiente:
"La nueva obra se manifiesta por un interés renovado por la materia que va del deleite en superficie de las texturas al encuentro diverso. Del plomo con el poliéster, o de éste con el hierro, previamente matizado con pigmentos o limaduras de hierro. Las formas nos reenvían a motivos diversos. Cabezas, capiteles antropomorfos, sillas, layas, etcétera, planteando este heterogéneo muestrario de posibilidades de los materiales. Junto a la presencia maciza y redondeada se plantean nuevas angulaciones dada la ambigüedad de estas formas elementales ricas en acentos que rivalizan con el caudal de objetos que fabrica la sociedad de consumo. Haciéndose cautivadoramente presentes".
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, donde imparte clases desde 1986. De la misma generación que Juan Luis Moraza, Mª Luisa Fernández y Txomin Badiola , Elena Mendizabal se inicia en el arte conceptual, acercándose progresivamente a la esfera de Jorge Oteiza, lo que la conduce de vuelta a la materialidad, al constructivismo, y a los intereses metafóricos y narrativos. Sus obras se enmarcan en la Nueva Escultura Vasca junto a Pello Irazu, y los anteriormente citados. Utiliza con desenfado la yuxtaposición de elementos como el hierro, la madera, la luz eléctrica, así como el color, creando formas objetuales que pierden el miedo a la escultura tradicional, ubicándose en las paredes como si fuesen pinturas, y que al mismo tiempo recrean un mundo evocador y poético que no duda en recurrir al kitch o a la extracción de lo cotidiano.
Destacan sus exposiciones individuales en el Aula de Cultura de la CAM de Bilbao (1985), Casa de Cultura del Ayuntamiento de Basauri (1986), Sala de Exposiciones de la Fundación Caixa de Pensiones, Barcelona (1989) y Galería Berini, Barcelona (1990).