Lexikoa

MARINA

La pesca de la ballena (siglos XI al XVIII). Si bien algunos remontan la actividad ballenera de los vascos hasta el siglo VIII, el primer documento que hace referencia al tema es de 1059 al concederse a Bayona el privilegio de la venta de carne de ballena en su mercado. Se supone que fueron los normandos quienes enseñaron a los vascos la caza de las ballenas, que entonces frecuentaban las costas atlánticas. De la presencia de ballenas en el litoral vasco dan fe muchos de los sellos concejiles de las villas costeras que las incluyen entre sus motivos, como Bermeo, Lequeitio, Ondárroa, Motrico, Guetaria, Fuenterrabía, Biarritz, ... A comienzos del siglo XV habían remitido considerablemente las capturas de ballenas en nuestro litoral lo que movió a los balleneros vascos a lanzarse hacia costas más lejanas llegando en sus expediciones hasta Terranova. Existen documentos que prueban la llegada de los balleneros donostiarras a Terranova en 1526, de los de Orio en 1530 y de los de Zarauz en 1545. El siglo XVI fue la época de máximo esplendor para los balleneros vascos. Hacia 1580 salían a pescar cada temporada lo menos 200 balleneros de Guipúzcoa y Vizcaya. En 1600, sólo en San Juan de Luz había 60 embarcaciones y 3.000 hombres dedicados a la pesca de la ballena. De los balleneros vascos aprendieron luego los ingleses y más tarde holandeses y daneses el arte de arponear y cazar ballenas. La fuerte competencia entre unos y otros obligó a buscarlas más al norte llegando hasta Groenlandia a comienzos del siglo XVII. Durante este siglo se fue acentuando la decadencia de la pesca de la ballena hasta convertirse en una empresa aislada y excepcional durante el siglo XVIII (v. BALLENA).