Territorio navarro. El lugar fue ocupado a los musulmanes por Alfonso I el Batallador (1104-1134) que la aforó a Tudela en 1117. En las luchas subsiguientes a la muerte de éste, lo ocupó el rey de Aragón por intermedio del conde de Barcelona pero Sancho VI "El Sabio" lo recuperó en 1156 llegando en una incursión hasta las almunias de Zaragoza. La cristianización total del territorio fue lenta como atestiguan los 16 musulmanes que se confesaban aún tales en 1353 en el lugar. Idoate, que es quien los consigna, nos da también a conocer sus nombres: Mahoma el Casteyllano, Muza Gentil, Eyza el Castellano, Yucé de Bierlas, Eyza Gentil, Zalema el Calvo, Beyllica, Axala de Mahoma el Cuende, Yucé el Doro, Mahoma el Doro, Audylla el Castellano, Hamet de Rivaforada, Zoceti, Muza el Cuende, Marien del Calvo y Adriona. Los dos únicos hidalgos eran Lop Sanchiz del Pueyo y Semén Ruiz. Los vecinos de los fontelleses se quejaban de que éstos les ocasionaban grandes perjuicios. Moret recoge en su Historia el traspaso de Fontellas, del patrimonio señorial al real, en 1238 al haber dado Sancho de Barasosin al rey Teobaldo I el lugar de Fontellas a cambio de unas heredades en Mosquera. El 4 de noviembre de 1276, el baile y justicia de Tudela, Lope Ortiz de Montagut, prestó homenaje a la reina Juana I en la persona del condestable de Francia, Imberto de Belpuch, por el castillo de Fontellas y la torre de Monreal cercana a Tudela ("CAGN", t. I, n.° 458). El 2 de julio de 1309 los derechos sobre Fontellas, Cortes y Tudela, excepto los correspondientes al rey, fueron arrendados por los reformadores del reino a Guillem Pérez de Burgos e Inés de Peralta, su mujer, y a otros.