Kontzeptua

Domingo de Ramos

Como es bien conocido, la Semana Santa (o semana de Pasión) constituye la espina dorsal de la cual emanan todos los tiempos del llamado año litúrgico. De esta manera, se establecen las cuatro Pascuas en el seno de la colectividad cristiana: iniciada por el tiempo de Adviento (es decir, las cuatro semanas previas a la Navidad), seguida por la Navidad o nacimiento de Jesús (abarca desde el 24 de diciembre al domingo siguiente a la Epifanía), el espacio temporal de Pascua de Resurrección (comprendida por los 40 días hasta la Ascensión más 10 días extras) y la Pascua de Pentecostés (conmemoración de la venida del Espíritu Santo).

El citado año litúrgico se completa con una amalgama de días o tiempo ordinario y como se ha señalado, el eje vertebrador del tiempo litúrgico esta marcado por la cuarentena cuaresmal y la propia Semana Santa con su consabida variabilidad anual. En este contexto, se va a desarrollar la dual festividad del Domingo de Ramos y sus atribuidas celebraciones rituales.