Monarquía y Nobleza

Teobaldo I

Habiendo el rey renovado la ordenanza sobre desafíos entre nobles, ante la gran cantidad de personas que alegaba la condición de infanzón, se dictó en 1237 una disposición sobre el modo de probar la infanzonía. Aumentada la tensión a finales de este año, se celebró una reunión en Estella el 25 de enero de 1238 acordándose nombrar una comisión, de la que salió el denominado "Fuero Antiguo", origen del Fuero General de Navarra y del de Tudela. Esta norma sentó las bases constitucionales del país. El primer capítulo, "del rey alzar", determinó el juramento previo de los fueros antes de ser alzado como monarca, "deshacer las fuerzas y partir el bien" de cada tierra con hombres del país y no con extraños. Si accedía al trono "ombre de otra tierra o de estranio lograr o de estranio lengoage", no podría poner más de 5 hombres de esa tierra en cargos de gobierno; no podía ser administrada justicia ni hacer guerra, paz o tregua sin el consejo de los ricos-hombres. Asimismo el fuero determinaba las garantías para que el rey pudiera quitar o retener los honores a los ricoshombres, el orden de sucesión a la corona, la función sustitutoria del rey por el alférez en el mando del ejército, procedimiento judicial y derecho de sucesiones. Una de las consecuencias inmediatas de la aplicación de estas normas fue el nombramiento de un navarro, Sancho Fernández de Monteagudo, como gobernador, en la última década de su reinado (1243-1253).