La posible relación entre los jauziak de Iparralde y las mutil-dantzak ha sido apuntada desde el momento en que se amplió la mirada más allá de las mugas pirenaicas. En efecto, tanto Guilcher como Sagaseta apuntarán en sus trabajos (Ver Bibliografía) esas relaciones, pero sin aventurarse demasiado en posibles equivalencias, sobre todo a nivel de pasos. En lo que a las músicas se refiere, Sagaseta encontrará semejanzas de los jauziak Muxikoak, Kattalin, Ainhoarrak y Añuar-ttipia con Muxikoa, Tellarin, Billantziko eta Añoar haundi, y Añarxume, respectivamente.
Pero a diferencia de los jauziak, que tienen los pasos perfectamente reglados y nombrados, las mutil-dantzak no tanto. El aprendizaje ha estado basado más en el aprendizaje por imitación que en el análisis y denominación diferenciada de los pasos. Ello no quiere decir que no existan denominaciones para algunos pasos concretos, pero la gran variedad de pasos hace complicada esa clasificación y denominación. Algunos nombres de pasos son Aitzina, Aitzina pasa, Gibela, Gibela pasa, Ezkerra, Buelta eta erdi... Los nombres de los pasos nacen de la indicación de movimiento que se le hace al dantzari que está aprendiendo. Hemos de tener en cuenta que, debido a esa catalogación de los pasos, los jauziak pueden ser bailados de manera cantada (un dantzari o el músico va indicando los pasos a bailar) o no (los dantzaris deben de haber memorizado los pasos). Esta última forma, que antiguamente era altamente valorada, es la que se practica en Baztan con las mutil-dantzak.