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GEOGRAFÍA (REGIONES NATURALES)

Región del Bidasoa. Esta región cantábrica tiene por cabecera los montes navarros de Alkurrunz, Otsondo, Gorramendi, Izpegui, Auza, contrafuertes de Belate y montes de Santesteban y Ezkurra. Desde Maya y Errazu, abarca toda la amplitud del Baztán, Bertizarana, el valle del río Ezkurra y las llamadas cinco villas, Santesteban, Sumbila, Lesaca, Yanci, Echalar y Vera. A esta parte fundamental hay que agregarle la baja cuenca guipuzcoano- laburdina, con Biriatu, las dos Behobias, Irún y Fuenterrabía. En la bahía de Txingudi, el Bidasoa ha llegado a puerto. Aquí, el río exhala un ancho suspiro, libre ya del agobio montaraz. Las Peñas de Aya es el sitio cabal para degustar esta pálida belleza del estuario bidasotarra. Ese destartalado espejismo de la bajamar con sus lavadas arenas y remansos perezosos. Desde allá arriba, los edificios- colmenas de Irún aparentan una fabulosa ciudad. Fuenterrabia -su parte auténtica- busca el oscuro regazo del Jaizkibel. Endaya y Behobia han dejado escapar sus casas por la otra margen, buscando el río o la playa. Biriatu se queda allá arriba, subida en su monte. Río adentro están las islas, viejas almadias ancladas: Irukanale, Galera y Santiago-aurre. Luego la ajardinada Zubernoa (Faisanes) con categoría de viejo galeón cargada de lastre. Más arriba Kaskabeltza, ya entre campos. En Endarlaza pasamos a la otra orilla. La frontera se va por los montes, se pierde entre malezas, atraviesa helechales, asciende hacia los rasos de pastoreo. Los escarpes graníticos de Aya y Larrun acosan al río, pero el Bidasoa, manso y verde, sigue su tenaz labor milenaria. Pasamos por Vera. Pronto Sumbilla despliega ante nosotros su magia impar. La torre parroquial, puntiaguda para que sea más airosa, recuerda mucho a la de Sara. Al llegar a Santesteban se recuerda haber dejado, a izquierda y derecha, a Echalar, a Lesaca, a Yanci, a Aranaz, cada uno con su pesada carga de belleza singular a cuestas. Pasamos Santesteban, de hermosas casonas, los pueblos de Bertizarana con casas tapadas de flores. Y llegamos a Oronoz-Mugaire y al Baztán. Catorce pueblos en un inmenso parque. Irurita, Arrayoz, Lecaroz, Elizondo, Garzain, Elbetea, no sabemos con cuál quedarnos. O subir a Almandoz o a Aniz, o a Berroeta. O seguir hasta Errazu, Arizcun, Maya y Azpilcueta. Por Irurita se sube al balcón del Baztán. Una vista maravillosa: el amplio valle con sus pueblos, destacándose Irurita en primer término y la aglomeración blanca de Elizondo y Elbetea en el fondo, hacia los confines de Laburdi y Baja Navarra.