Concepto

Festividad de Santiago Apóstol

Cada cuatro años (hasta el último tercio del siglo XX, cada año) el 29 de junio, se procede a la elección de los componentes de la Asamblea General y Junta Directiva de la Cofradía de Mareantes de San Pedro, fundada el 29 de agosto de 1361.

Sin embargo, no es hasta el día de Santiago cuando los nuevos cargos toman posesión, mediante un acto ceremonial, en el que la comitiva, hacia las 6 h. de la tarde, saliendo de la Cofradía se dirige, por el centro del pueblo, hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción del Manzano. El cortejo está compuesto por la Banda de Música, los Abades Mayores y Menores, algunos militares con uniformes de gala, pescadores y una joven, seleccionada entre las hijas de los componentes de la citada Cofradía, tocada con un mantón de Manila y portando un arca sobre su cabeza.

A los sones de la Banda el cortejo entra en la sacristía de la iglesia y se produce la apertura del cofre. Se lee el Acta y los nuevos cargos toman posesión. Salen a la calle y vuelven al lugar de origen y, al llegar al arco del edificio, la muchacha da tantas vueltas sobre sí misma como soporte su estabilidad, teniendo en cuenta lo que lleva en su cabeza. La tradición oral que ha llegado hasta nuestros días establece que cuantas más giros dé la joven, más abundante será la pesca.

La anteiglesia de Garai, perteneciente a Durangaldea, celebra sus fiestas patronales el 25 y el 26 de julio, extendiéndose al 31, siendo en la víspera del día de Santiago cuando se coloca el árbol, Donianeatxa, a cuyo alrededor giran todos los acontecimientos.

El día siguiente, la procesión entre las dos iglesias del pueblo, llevando la imagen de Santiago "matamoros", sirve de preámbulo al ciclo de danzas locales. Primeramente, llegados a la plaza, se ejecuta un ondeo de bandera a los sones de San Iñaxio Martxea para, a continuación, finalizar con Gernikako Arbola Dantza.

Una vez finalizado el apartado ceremonial, dantzaris y músicos se dirigen, de nuevo, a la plaza y realizan todos los números del ciclo propio de la merindad: la Dantzari Dantza. Se suceden unas danzas tras otras: Agintariena, Zortzinangoa, Banangoa, Ezpata Joku txikiak, Binangoa, Ezpata Joku nagusiak, Launangoa, Makil Jokua o Makil Dantza y Txontxongilloa. Unos minutos después, Aurreskua o Erregelak, invitando a las muchachas que se encuentran observando la función, para completar el círculo que se forma en la Jota y el Arin-arin.

El 26, Santa Ana, el itinerario se reproduce pero en sentido inverso. En el aspecto coreográfico lo único que cambia es la realización de las Erregelak ejecutadas por las mujeres, en las que sacan a bailar a los hombres.

Desde el barrio más apartado, Aldaka (Munitibar), hasta un pueblo, importante hito en el Camino de Santiago, Puente La Reina, el contenido sagrado de la festividad es manifiesto. En el caso de la localidad navarra el día amanece temprano con las canciones entonadas por los Auroros, para seguir con la procesión donde, además de la imagen del santo, se dan cita gigantes, músicos, sacerdotes, marceros y resto de la comitiva. En un momento determinado se produce el saludo de las banderas: por un lado, las de las Cofradías, por otro, enfrente, la municipal, en actitud de reverencia al compás de la música interpretada por la Banda.

Aunque en Tudela no es la fiesta principal, ya que se honra a Santa Ana, el día 25 se continúa haciendo una procesión que ha pasado por algunas vicisitudes, como es la práctica desaparición por la temprana hora de realización. Su historia comenzó allá por el año 1440 cuando el Rey Juan III concedió el privilegio de nobleza a la Cofradía de Santiago, obsequiando a la misma con una imagen, supuestamente, de Santiago. Sin embargo, con el paso del tiempo, percibieron que, realmente, se trataba de la figura de San Juan, por lo cual ésta sufrió una metamorfosis añadiéndose a su escultura una esclavina y una concha.