Industrias

CENTRAL NUCLEAR DE LEMONIZ

Entre 1975 y 1976, en plena crisis energética mundial y transición política española, la oposición antinuclear logra detener los proyectos de Deba y Ea al tiempo que la Diputación de Navarra rechaza la ubicación proyectada para la central de Tudela. En torno a la central de Lemóniz aprieta filas la Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear que en 1976 aglutina a toda la oposición al proyecto. Tanto nuclearistas como antinucleares coinciden en valorar como muy grave la crisis petrolífera que afecta con fuerza a la zona industrial del P. Vasco, muy deficitaria en energía propia, y manifiestan su conformidad en la necesidad de conseguir un incremento del suministro energético. Para unos, el riesgo nuclear es inevitable y hay que hacerle frente, para otros resulta forzoso buscar alternativas tales como la energía solar cuyo emblema adoptan los ecologistas. Pero, en ese momento, sumida la mayor parte de la población en la perplejidad, es la oposición antinuclearista la que se hace oír con más fuerza. El 3 de julio de 1976, la CDCVNN entrega un escrito a la Diputación de Vizcaya firmado por 150.000 personas, encontrándose entre ellas 230 médicos, siete cofradías de pescadores, 11 entidades culturales, el Colegio Oficial de Arquitectos, asociaciones recreativas y vecinos de los pueblos limítrofes a la central de Lemóniz. El escrito condena a la Administración Central y Diputación Vizcaina y exige la inmediata paralización del proyecto y obras de la central de Lemóniz. El 29 de agosto tiene lugar la primera manifestación: una marcha de Plencia a Górliz de más de 50.000 personas bajo las consignas de: «¡Por una Costa Vasca No Nuclear. Por un control público de nuestro medio ambiente. Por una participación pública en el diseño de nuestro Pueblo!». Consumo y producción energética en Euzkadi. En el libro «Euskadi o Lemóniz» elaborado por la Comisión de defensa de una costa vasca no nuclear, se explica la capacidad de producción de energía eléctrica según datos de Iberduero, S. A., reflejados en la prensa durante 1978. Así, se establece esta cifra en 8.590 millones de kw/h, cuando el consumo según los mismos datos y en el año 77 fue de 11.996 millones de kw/h. Es decir, un déficit de 3.406. Sin embargo, los datos que ofrece la propia empresa en su documento «El por qué de la central de Lemóniz» para el año 1977 son de 3.598 millones de kw/h producidos por 12.080 gastados, lo que supone un déficit de 8.482 millones de kw/h. Como se puede apreciar, en la «guerra de Lemóniz» los números son utilizados en uno y otro sentido, aunque en ambos casos se reconoce un cierto déficit energético. A los cuatro años de haberse iniciado las obras, el 22 de setiembre de 1976 el ayuntamiento de Munguía recibe una nueva solicitud de Iberduero pidiendo la concesión de licencia definitiva de obras para la construcción de la central, así como la licencia definitiva de instalación y apertura. El 14 de octubre miles de vecinos de los municipios de Munguía y Lemóniz firman un escrito jurídico que es entregado en sus respectivos ayuntamientos. En él, tras una exposición de antecedentes y alegaciones, los vecinos estiman las declaraciones que corresponde hacer a sus respectivos ayuntamientos, basándose en la reglamentación y legislación vigente. A finales del año 1976 y principios del 77, se suceden escritos, contestaciones y ruedas de prensa por ambas partes. Los antinucleares denuncian a la Diputación vizcaina. Iberduero solicita de la Comisión Provincial de Urbanismo la dispensa de modificación de la calificación urbanística de los terrenos. El Colegio Oficial de Arquitectos, la Comunidad de Propietarios Gure-Mendi de Lemóniz y la Asociación de Padres de Familia Andra Mari de Munguía presentan diversos escritos a la Comisión de Urbanismo en los que se oponen a la solicitud formulada por Iberduero. En la segunda semana de abril se incoan sendos expedientes administrativos contra los ayuntamientos de Lemóniz y Munguía. A primeros de mayo del 77, la Comisión elabora un informe-impugnación contra la decisión de la Diputación de Vizcaya que es firmado por la práctica totalidad de las comunidades de Munguía y Lemóniz, y asesoramiento de José Allende Landa y José Ramón Recalde. El 18 de junio, el ayuntamiento de Lemóniz acuerda informar a la Diputación desfavorablemente sobre el pretendido cambio de calificación solicitado por Iberduero. El 14 de julio, más de 100.000 personas se manifiestan en Bilbao por la paralización de Lemóniz y por una Costa Vasca No Nuclear. Se la considera la manifestación más grande del mundo. El 11 de agosto, la Diputación dé Vizcaya adopta el siguiente acuerdo en sesión extraordinaria: a) Desestimar íntegramente las reclamaciones presentadas al expediente de modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la Comarca Plencia-Munguía. b) Aprobar provisionalmente el expediente de modificación consistente en calificar como de «industrial» el entorno de Basordas y cambiar el emplazamiento de la zona calificada como de «parque». En estos meses, surgen numerosos comités antinucleares a lo largo de toda la geografía vasca.