Concepto

Carnaval de Ituren y Zubieta

Todas las fuentes y documentación han sido estudiadas por diferentes personalidades a lo largo del siglo XX: L. de Uranzu, J. Caro Baroja, J. Garmendia, M. Lizarza o T. Truffaut. Sin embargo, con la calificación en 2009 como Bien Inmaterial de Interés Cultural de Nafarroa, la publicación de M. Ozkoidi y K. Irujo, Carnavales de Lantz - Ituren - Zubietako Inauteriak, editada en el mismo año, nos sirve hoy en día para realizar un recorrido por la gran mayoría de la información ofrecida en todos los anteriores artículos y libros.

El recorrido histórico no va más allá de los años sesenta del siglo XX cuando en los diarios aparece la noticia referente a la fiesta y los Joaldunak, donde no se señala la máscara con que cubrían su cara antes de la prohibición. Las fotografías existentes nos trasladan dos décadas atrás, hacia 1940 y en las mismas podemos apreciar a los figurantes con similar indumentaria recorriendo el pueblo de Ituren. El número de integrantes no era tan alto como el que hay a principios del siglo XXI.

Entre otros cambios, sino el principal sí el más evidente, ha sido el traslado de Zubieta a Aurtitz, y viceversa, el cual se hacía andando y que, desde la década de 1980 se efectúa en furgoneta: es el único momento de silencio.

No obstante, el sonido de cencerros comienza el 5 de enero, víspera del Día de Reyes Magos. Por la tarde, de dicho día, los jovencitos salen en cuestación por los barrios. Antaño sucedía, también, en otros pueblos.

Esta costumbre de llevar cencerros y campanos en la espalda o alrededor del cuerpo y campanillas y cascabeles en pantalones y camisas, está extendida por muchos países de Europa, entre finales de diciembre y Carnaval. Ruido ensordecedor que, según ciertos investigadores, sirve para ahuyentar los malos espíritus pero que, toma un cariz especial en las localidades navarras con el acompasado ritmo y cadencia del que hacen gala.