Concepto

Carnaval de Ituren y Zubieta

El tiempo no da tregua. El buen observador se dará cuenta que cada año algo cambia, aunque sea inapreciable. Así pasa con muchos actos y festejos, y el Carnaval no es una excepción.

Hasta aproximadamente el año 2000, el último domingo de enero los Joaldunak de Ituren salían a media mañana recorriendo el pueblo, a ritmo, vestidos con pieles, campanos, abarkas de goma, calcetines blancos y portando en sus manos el hisopo. El resto de la indumentaria no era uniforme sino la habitual o de trabajo de cada uno. El cortejo estaba compuesto por 10 ó 12 Joaldunak y dos parejas de jóvenes que llevaban unos grandes cestos.

Se dirigían a los todos los límites del núcleo urbano y recogían huevos y chorizos. Con similares características se realizaba la cuestación en Zubieta en el mismo día, con la diferencia que aquí, al ser menos pobladores, los pocos jóvenes (2 ó más) se dedicaban a, más que recorrer, correr separadamente calle arriba calle abajo haciendo sonar sus campanos. Cada uno llevaba una cesta para los huevos y un burduntzi para el chorizo y tocino.

Sin embargo, a partir de 2002, los componentes de la comparsa de Ituren cambiaron su atuendo y, desde entonces, salen uniformados tal y como lo hacen los días siguientes. Ya no se ven tan asiduamente los portadores de cestos y también sale con ellos el Hartza u oso.

Al día siguiente, último lunes de enero, en Zubieta podemos ver algunos Joaredunak vestidos con algunos de los aditamentos (cencerros, pieles y abarkas) hacer la cuestación a tempranas horas de la mañana.

A continuación, o mientras, van apareciendo disfrazados por los rincones del pueblo y los niños, jóvenes y adultos se acercan a la Casa del Concejo, donde se preparan y visten. Se ayudan unos a otros, requiriendo una cierta habilidad algunas personas determinadas, ya que la correcta colocación de los cencerros es de suma importancia a nivel físico y sonoro.

Para entrar en calor e inspeccionar la localidad dan unas vueltas por el casco urbano, haciendo sonar sus campanos a ritmo, acompañados en todo momento por los disfrazados.

A cierta hora se acercan a la carretera comarcal y allí les espera una camioneta o furgoneta. Se montan en el vehículo y se dirigen a Aurtitz, barrio perteneciente a Ituren. En las afueras les espera la comitiva, formada por otro grupo de Joaldunak, y realizan una visita, marcando el ritmo correspondiente y siendo acompañados del Hartza, el cual y a pesar de ser conducido por su "dueño" hace más de una trastada.

Salen de Aurtitz, como en todo momento en dos filas, para entrar en Ituren andando. Allí son esperados por el último grupo de Joaldunak. Todos juntos forman dos largas hileras que, como si de un ejército acompasado se tratara, al unísono emiten un sonoro golpear de badajos. Para el observador no habitual se escaparán ciertos aspectos derivados de las diversas sonoridades y ritmos producidos por cada cortejo.

Todos ellos recorren el pueblo de un extremo a otro. Ya es el mediodía y las diversas carrozas que se han preparado para el evento principal, el Carnaval, amenizan las calles y provocan risas. Los disfrazados, además, algún que otro susto a los viandantes.

El martes, el recorrido completo se hace a la inversa. Es decir, el cortejo principal sale de Ituren y de éste se dirigen a Aurtitz para, finalmente, llegar a Zubieta.