Translators

Leizarraga, Joanes (1988 version)

Tres libros, todos traducciones, fueron la obra de Leizarraga o Lizarraga, pues de ambas formas se lee su nombre (Lissarague, en los textos franceses).

1. "Iesus Christgvre Javnaren Testamentv Berria". Es la traducción de la Vulgata a un vascuence popular. Su pie de imprenta dice: "Rochelan. Pierre Hautin Imprimiça le".

2. "Abc edo Christinoen instructionea". Se trata de un catecismo o ABC del cristiano.

3. "Kalendrera". Este calendario tiene por finalidad determinar la fecha de Pascua y otros datos tradicionales de los calendarios.

Los tres libros fueron impresos en 1571 en La Rochelle. Fue, como se dijo, una obra de encargo, remunerada, y costeada por el Consejo de la Reina Juana de Albret. Su finalidad era divulgar las nuevas doctrinas en las tierras de habla vasca tan reacias al protestantismo. Lizarraga se encontró con el problema dialectal que intentó resolver del mejor modo posible. En el prefacio de su traducción titulado "Heuscalduney" plantea abiertamente el problema de la unificación del euskera que todavía no ha logrado resolver nadie. Se basa principalmente en el labortano, pero sin descuidar el bajo-navarro ni siquiera el suletino. Su talento le llevó a dar cima con éxito a su propósito creando con lenguaje asequible, pulido y en cierto modo sujeto a cierta fijeza literaria. El empleo de préstamos latinos que afea, en cierto modo, su prosa, queda neutralizado por la destreza y maestría con que maneja la lengua. Su obra puede, pues, servir todavía de ejemplo para posteriores escritores euskéricos.

En 1900, Teodoro Linschmann, pastor protestante, uno de los fundadores de la revista "Euskara" de Berlín, y H. Schuchardt, publicaron en Strasburg las tres obras de Leizarraga. Dos años más tarde Dodgson publicó un estudio de 40 págs. sobre el verbo vasco empleado por Leizarraga en su Nuevo Testamento insertando al final cartas diversas. En otra publicación del mismo autor sobre el mismo tema añade unas rimas euskéricas a la Dama de Elche. En 1907 prosigue el mismo autor el tema en una publ. de 200 págs. "The Leicarragan Verb" y añade cartas de Sayce, Vinson y Campión. Todavía el mismo año insiste sobre el mismo tema con 156 nuevas páginas. Azkue comenta en el prólogo de su diccionario: "...y ha recogido en apéndices bordados de notas políglotas tantas formas verbales como ilusiones se forma un publicista novel...".

"Posiblemente no se han tenido en cuenta lo bastante las circunstancias que explican el carácter excesivamente literal de su versión que tantas veces le ha sido echado en cara. Era, en primer lugar, un calvinista que no creía que la palabra de Dios debiera ser objeto de paráfrasis y de traducciones ad sensum, por lo mucho que con ello se ganase en sencillez y naturalidad: por eso la traducción de los textos no bíblicos es mucho menos ceñida". (Koldo Michelena: "Historia de la Literatura Vasca" p. 49-50). "Como traductor bíblico -nos dice Villasante-, Leizarraga nos produce la impresión de ser sumamente servil y atado al texto latino. Pero sería un error creer que lo hacía así por ignorancia o torpeza. Era cuestión de criterio. El sumo respeto a la palabra de Dios es lo que le fuerza a traducir con una fidelidad y sujeción al texto, que hoy nos parece excesiva, y sin duda lo es; pero entonces así se veían las cosas, no sólo entre los protestantes, sino también entre los católicos. Leizarraga aparece en el escenario de la literatura vasca como un gigante solitario, especie de monstruo, sin antecedentes ni consiguientes". (Luis Villasante: "Historia de la Literatura Vasca" p. 58-59).

Diversos autores han estudiado algunos aspectos de la obra de Leizarraga. Destacan: Aresti con Flexiones verbales empleadas por Leizarraga de Briscous en sus traducciones vascas de 1571 y Léxico empleado por Leizarraga de Briscous, Fontes linguae vasconum: Studia et documenta 11 y 13; A. Goenaga con Gogo en Leicarraga, Fontes linguae vasconum: Studia et documenta, 11; P. Altuna: Leizarragaren zenbait izen sintagma, Euskera, 1983, 463470.