La razón por la que se mantiene este tesoro radica en la conservación de algunas costumbres de forma muy antiguas. Aunque se han dado algunos cambios, en general, se ha ido manteniendo tanto la organización como la estructuración. Una de las causas por las que se ha mantenido viva la tradición de bailar, tanto durante como tras la Guerra Civil, es la continuidad o falta de pausas que ha existido a lo largo del tiempo.
A pesar de que la procesión de San Martin en Loinaz comenzó en la segunda mitad del siglo XVII, las fuentes apuntan a 1806 como la fecha en la que comenzó la ezpata-dantza. Así lo atestigüan los documentos municipales de la época. En aquella época, en Beasain, al igual que en otros muchos municipios guipuzcoanos, se formaban grupos para bailar la ezpata-dantza de espada larga durante las celebraciones especiales. Hecho que se ha podido documentar gracias a la visita de la Familia Real durante los años 1828 y 1830.
Cabe destacar que la persona responsable de la organización y preparación de estos dantzaris de Beasain, fue, en tre otros y al menos durante los años 1878 y 1879, un discípulo del maestro de danza Jose Antonio Olano y Juan Ignacio Iztueta. Desde entonces, el Ayuntamiento es el encargado de la contratación del maestro de danza, manteniendo de esta manera la tradición. Hoy en día, esta labor la realiza Xabier Sarriegi "Paxatxo", tomando el relevo del que fuera su padre Jose Sarriegi.
Entre los cambios que se han dado a lo largo de los años, el más llamativo es el relacionado con la edad de los dantzari: si en una época el grupo estaba formado por jóvenes de entre 18 y 24 años, hoy en día forman el grupo niños de entre 7 y 13 años.
Otro de los cambios innegable, es el del cambio de la espada larga por la espada corta en la realización de la ezpata-dantza. Hoy en día es la única modalidad de ezpata-dantza que habitualmente conocemos, baile en el que todos los dantzaris utilizan espadas cortas.
A lo largo de la historia, este baile también a tenido algunas actuaciones fuera del término municipal de Beasain. Así lo recogen al menos documentos e imágenes de 1897 en los que se acredita la actuación de dantzaris de Beasain bailando con gran éxito, ezpata-dantza, brokel-dantza y aurresku guipuzcoanos durante la celebración de la Fiesta Vasca en San Juan de Luz. Cien años más tarde, en 1999, el grupo Aurtzaka dantza Taldea recogió en su repertorio la ezpata-dantza y el agurra a la bandera, comenzando a exhibirlos en diferentes lugares fuera del municipio.