Las guerras de bandos. Las Encartaciones son la patria del célebre banderizo Lope García de Salazar y sede de su castillo de Muñatones. Fue, pues, una de las zonas más azotadas por las luchas de bandos entre los siglos XIV y XV. Habiendo muerto Juan Sáez de Salazar de San Martín de Somorrostro de resultas de la herida recibida en Castro en 1399 en la lucha entablada con Diego Pérez de Mioño y Sancho Ortiz de Muoño con los Marroquines de Samano, su hijo Ochoa de Salazar juró venganza y toda su parentela se enzarza en luchas inacabables. Se hallaban en tierra encartada las casas-torres banderizas de Achega, derribada por Juan López de Salcedo hacia 1361 pero luego reedificada; Achuriaga; Loizaga, edificada por Ochoa García de Loizaga; Ribas; Salcedo o Sasedo, torre mayor de este nombre erigida por Juan Sánchez Marroquin Vañales; La Mella y Mariaca. En 1410 -relataLabayru- murieron en Somorrostro "a lanza o a cuchillo" Juan de la Bodega, Ochoa de Valle, Rodrigo de San Martín, Juan de San Martín y Sancho de San Martín, "siendo lo más notable que en estas muertes una fue dada por un hermano a otro hermano y un padre a su hijo (los matadores fueron desterrados de la tierra)". En Carranza murieron también Juan de San Esteban, Diego de Aldeacueva y su hermano Rodrigo por los del linaje de Zorrilla, y en Orduña lucharon los de Zalduendo y Castro mediando varias muertes. En 1445 Lope García de Salazar apellidó a sus parientes de todos los concejos de las Encartaciones que acudieron -relata Labayru- para vengarse de los Amoroses, Marroquines y Castillo de Castro Urdiales, que, entre todos, contestaban su poderío en dicha villa. 1.600 hombres de Baracaldo, Somorrostro, Galdames, Sopuerta, Güeñes, Carranza, Gordejuela, Lezama y Portugalete le acompañaron en esta expedición. Al año siguiente Lope García de Salazar acudió en ayuda de Pedro Fernández de Murga contra los Velasco de Mena, Plaza de Valmaseda, Marroquines de Castro y Samano, Guriezo e Ibarguxen, Salcedo, Arteaga de Sodupe y la Cuadra estando Marroquines y Velascos protegidos por la gente del conde de Haro. Cogió 100 prisioneros y armas de 200 hombres. En tierra encartada las parcialidades gamboina y oñacina estaban representadas por los Velascos y los Salazares respectivamente que se enfrentan otra vez en 1448 con todo el salvajismo habitual. En esta ocasión, acudieron a favor de Velasco sus aliados gamboinos Pedro de Abendaño, Pedro Vélez de Guevara, Martín Ruiz de Arteaga y Martín Ruiz de Gamboa, y a favor de Salazar, los de Butrón. Ante la magnitud de las concentraciones, el rey envió a Antón Gómez de Ulloa, alcalde de la corte, que con sus buenos oficios estableció treguas por 90 días. Comenta Labayru que "con la exhibición de fuerzas que el conde de Haro hizo en esta ocasión en favor de los marroquines contra la casa de Salazar... se le enajenaron varios partidarios... que se pasaron a la casa del Conde, entre ellos Ochoa García de Salazar, hermano de Lope García, Pedro Fernández de Murga, los de Loizaga, Fernando de Alsedo de Sopuerta, Palacio de Gordejuela, Santillán, Marea y Castro y otros".