Etapas. El Concilio fue convocado por Paulo III, al fin, para 1545, año en que muere Lutero y estalla la guerra entre el Emperador y la Liga de Esmalcalda. En vez de tratar de la reforma de la Iglesia versó, d esde el principio, sobre aquellas cuestiones del dogma puestas en tela de juicio, que era lo que interesaba al Papa, y se suspendió en 1547. Prosiguió, merced a los esfuerzos de Carlos V, en 1551, pero fracasó debido a la intransigencia de los delegados papales que no quisieron admitir la presencia de los protestantes. La DDieta de Ausburgo de 1555 puso fin a la lucha en Alemania reconociendo la nueva confesión aunque manifestando la necesidad de una unidad; en Inglaterra, Francia y Países Bajos prosiguió sin embargo la lucha mientras la represión de todo lo que no significara sumisión a Roma fue eliminando al humanista en beneficio del teólogo inflexible. La última etapa, en tiempos ya de Felipe II, duró de 1562 a 1563; en ella quedaron consagrados la contrarreforma católica y el surgimiento de la Santa Sede como principal estado italiano.