Los chicas y chicos de Santa Águeda o quintos, comienzan a preparar el aurresku sobre el mes de noviembre. Se renuevan los protagonistas cada año, aunque hay algunos que repiten varios años. Los dos más jóvenes de la quinta vuelven a salir con los miembros de la siguiente quinta y los más mayores de la quinta con los de la anterior. Así se asegura la transmisión creando un puente entre quintas.
El aurresku comienza a las siete de la tarde en la calle Durana. Al oir las campanas de la iglesia, se tira el cohete, y acompañados de los txistularis se baila el atalataiku: cuerda que forma el pasacalle. Jugando con los elementos de la calle se va aumentando o disminuyendo el ritmo. Una vez llegados a la Plaza, organizan a la gente y al público asistente utilizando una cuerda y formando un círculo.
Los txistularis se sitúan debajo del reloj de la plaza, y tanto el primer dantzari de la hilera como el último bailan desafixua, mientras el resto de dantzaris forman una media luna. Normalmente el primer dantzari de la hilera y el último son diferentes cada domingo.
Tras el desafío de quintos se baila banakua, recibiendo individualmente los aplausos de los asistentes. Después del banakoa, se baila el aurresku o saludo a dos personas. Antes se bailaba a dos mujeres, pero hoy en día el saludo se hace a familiares o amigos.
Al terminar el primer saludo, la persona a la que se le ha bailado, se dirige a la cuerda de quintos de la mano del dantzari que le a bailado. Lo mismo ocurre con el segundo invitado. Una vez realizado, se multiplica la cuerda añadiendo a los quintos vecinos asistentes al acto. Unidos bailan el arin-arin y teniendo en cuenta que la cuerda gira hacia la derecha tanto el primer dantzari de la hilera como el último realizan la coreografía del zortziko tres veces.
Para finalizar, comienzan nuevamente con atalataikua, formando un círculo abierto y girando en la cuerda hasta cerrarla hacia dentro. Cuando resulta imposible avanzar hacia delante el último dantzari de la hilera se convierte en el primero desenredando el nudo formado y acompañado de gritos. La cuerda o hilera sale de la plaza y atraviesa la calle Durana, a pesar de que durante los últimos años la hilera se deshace una vez abandonada la plaza y sin realizar el camino de vuelta. Al finalizar el aurresku, preparan chocolate para todos y se invita a participara a las personas que han formado la hilera.
El último baile de los domingos suele ser especial ya que se celebra durante el carnaval. Ese día, los quintos añaden algunos elementos de carnaval a su vestimenta habitual (normalmente gorros), pero el baile continúa siendo el mismo. Durante el resto de domingos el traje utilizado es el de dantzari: alpargatas blancas (a menudo sustituidos por otro tipo de calzado), camisa y pantalón blanco, con fajín rojo, pañuelo al cuello (con colores llamativos) y txapela roja. Aunque antes vestían americana, hoy en día bailan con jersey de lana de color rojo.