Lexique

Violencia

Convendría comenzar por diferenciar los conceptos de agresividad y violencia. La primera es una tendencia en los individuos y la segunda una práctica, una conducta aprendida. Es decir, aunque exista una raíz de tipo natural en la agresividad -el ser instintiva-, la realidad demuestra que a la postre la violencia es un comportamiento adquirido, que se transmite por la cultura. En este sentido cabría aducir, a modo de ejemplo, el caso de la guerra santa en la sociedad islámica, el sistema educativo en la polis de Esparta, los sacrificios humanos en el mundo azteca o el derecho a la venganza durante la Alta Edad Media en la Europa occidental. Por otro lado, no hay que olvidar que, además de existir una determinada cultura de la violencia, propia de cada período histórico y cada sociedad, la cultura en sí misma, esto es, eseconjunto de normas, creencias, deseos, miedos y demás productos elaborados por la capacidad de raciocinio inherente a los seres humanos, también recubre y oculta la existencia de cualquier tendencia instintiva a la agresividad, a actuar de forma impulsiva, irascible, irracional e incontrolada.

La cultura es el mecanismo de protección para que cualquier sociedad pueda sobrevivir a la práctica sin inhibición alguna de esa tendencia a la agresividad. De esta forma se controla o domestica o civiliza la afectividad instintiva entre los individuos. En resumen, la cultura, por un lado, corrige la existencia de una tendencia a la agresividad, y por otro lado, construye y racionaliza el discurso de la violencia en sus diferentes manifestaciones. Sobre estas cuestiones: desde el punto de vista de la etología puede consultarse la obra de K. Lorenz; desde el de la biología las obras de E. de Greeff o H. Laborit; desde el de la psiquiatría las de S. Freud, A. Storr o L. Rojas Marcos; desde la filosofía la de T. Hobbes o G. Lipovetsky; desde la antropología la de R. Girard; desde la sociología las de G. Sorel y J.-C. Chesnais; y desde la historia las de N. Elias o R. Muchembled; por último, la Revista Internacional de Ciencias Sociales dedica monográficamente su nº 132 del año 1992 a "Pensar la violencia. Perspectivas filosóficas, históricas, psicológicas y sociológicas".