Villes

TORRALBA DEL RIO

En la parte E. de la muralla del pueblo, la mejor conservada, permanecen en pie cinco torreones cúbicos, algunos de sillería salpicados por saeteras y un gran arco apuntado en uno de ellos En la zona suroeste se mantienen cinco torreones de buen sillar, uno de ellos con cupulita que arranca de un arco, hoy derribado. El lado N. es el peor conservado, permaneciendo en pie sólo dos torreones, utilizados como viviendas. En el Arrabal se sitúa un abrevadero de sillería, del s. XVIII, que cuenta con un obelisco sobre pedestal cajeado. En la misma zona, destaca un escudo barroco de finales del s. XVIII, entre leones y yelmo por timbre. El n.º 8 del Arrabal de Abajo exhibe otro blasón de la misma época, timbrado por yelmo y cuartelado. En el Arrabal del Cristo campea un escudo de la segunda mitad del s. XVIII, con mascarón inferior, entre leones y timbrado por yelmo. En la casa n.º 2 de la c/ Mayor se observa un escudo del s. XVI con las armas de la villa. En la misma calle, otro escudo barroco del s. XVIII, con mascarón inferior, entre leones y niños y yelmo por timbre. Debajo de éste, otro escudo del s. XVI, con cruz entre estrellas. Respecto al arte religioso, destaca la Parroquia de Santa María construida durante la primera mitad del siglo XVI en estilo gótico-renacentista, que aprovecha parte de los muros de una construcción anterior. En el interior, de nave única y cabecera poligonal, destaca la obra del coro alto realizada por Juan de Aguirre en estilo plateresco. Las bóvedas, góticas, llevan las claves decoradas. La portada lleva arco carpanel con baquetones y tres escudos. Va protegida por un pórtico de fines del XVI. La torre es de finales del s. XVIII. En el lado del Evangelio se localiza un cancel del s. XVII y a cada lado dos pilas de agua bendita renacentistas. A continuación, dos pequeños retablos barrocos de la segunda mitad del s. XVII en los que destaca lo ornamental con roleos de follaje y engarces de frutos además de la policromía de tonos rojos y azules. El retablo mayor, neoclásico, es obra de Miguel y Cristóbal de Manzanares, que hacen una traza de alto banco, cuerpo de columnas gigantes y ático recto entre aletones y vasos flameados con frontón triangular como remate. La policromía imita mármoles con algunos toques dorados y la imaginería se aprovecha en parte del retablo anterior realizado por Andrés de Araoz, figura del Renacimiento navarro. Sin embargo, el repinte neoclásico que las cubre, enmascara y transforma la finura y calidad que caracteriza la obra de Araoz. La Virgen que preside el retablo, es uno de los ejemplares más antiguos de imaginería medieval en Navarra, aunque ha sufrido restauraciones. Los dos retablos y el cancel del lado de la Epístola, forman pareja con sus colaterales. En la sillería neoclásica del coro, destaca el tablero central con el relieve de un santo obispo mártir. Se guardan en la sacristía: una cajonera manierista; algunas esculturas, siendo las más antiguas dos ángeles de piedra del siglo XV; varios Crucificados y una Inmaculada renacentistas y otras piezas barrocas populares. En cuanto a orfebrería, cabe reseñar, un cáliz de plata de la primera mitad del siglo XVII y un ostensorio de plata dorada, obra de Millán García del Moral del s. XVII. En una vasta llanura que tiene al fondo la Sierra de Kodés, se localiza el Santuario de la Virgen de Kodés realizado entre el XVI y el XVII, fecha ésta en que se añadió la cabecera y se amplió la nave con dos tramos a los pies, cubriéndolos con bóvedas vaídas y medio cañón en las hornacinas, que contrastan con el resto de la nave con cubierta de bóvedas estrelladas. La sacristía, de grandes dimensiones, se construyó en el s. XVIII. Al santuario se adosan pórticos, una hospedería de 1614 y el palacio del Obispo Lepe de 1692, por ello hace de fachada un arco que conduce a un pórtico. La torre que se levanta junto al arco de acceso, es una construcción de buena sillería del s. XVIII que consta de basamento, tres cuerpos y remate piramidal. En torno a la capilla mayor cerrada por una hermosa reja barroca, se centra un decorativo conjunto con retablos colaterales semejantes, que hacen juego con el mayor. En los laterales, de traza más bien purista, la decoración sin embargo es manierista o bien anuncia ya lo barroco. Ambos conservan una cuidada y decorativa policromía de la época. El retablo mayor, plenamente manierista en su mazonería y en lo decorativo, posee una iconografía que alterna la escultura y la pintura, de temática que combina historias de la vida de la Virgen y representaciones de santos. Presidiéndolo, la Virgen de Kodés, talla gótica del s. XIV, con tipología de Andra Mari. En la sacristía, cuelgan lienzos barrocos de escaso valor artístico y se guardan esculturas, una hermosa cajonería barroca y una caja para las llaves del sagrario de plata, cuya estructura coincide con las tabaqueras francesas del s. XVIII. Ver KODES. [Ref. Catálogo Monumental de Navarra, Monasterio de Estella).